El jefe de la cartera del trabajo, Antonio Sanguino, culpó a los congresistas de que se esté discutiendo la convocatoria de una consulta popular.
Si la reforma laboral no se hubiera hundido en la Comisión Séptima, no se estaría realizando la discusión de la consulta popular, afirmó el Ministro del Trabajo.
El jefe de la Cartera se presenta como una voz optimista que el proyecto gubernamental se apruebe incluso al finalizar la discusión que se estima será este miércoles.
Sin embargo, en estos momentos, en la Plenaria del Senado, se complica la situación ante el estudio de la apelación radicada por el senador Fabián Díaz, para revivir el proyecto de reforma laboral que se hundió en el Legislativo.
En entrevista con Blu Radio, el mismo senador Díaz, afirmó que está estudiando el retiro de la apelación, indicando que no es posible por razones de tiempo realizar dos debates antes del fin de la legislatura.
Al respecto Sanguino afirmó que esto es «una estrategia perversa» que pretende dilatar el proceso para que no se apruebe la consulta, «No tenemos tiempo. Si prospera la apelación, se nombran ponentes, se radican ponencias, se discute en comisión y luego llega el 20 de junio y se hunde la reforma».
Se ha podido detectar que algunos de los senadores que votarían de manera afirmativa la convocatoria a la consulta, estarían revaluando su voto, inclinándose a votar la apelación y revivir la discusión de la reforma presentada al Congreso.
En definitiva, las declaraciones de Antonio Sanguino, se han tomado como una cuenta de cobro al Congreso, por lo que el gobierno llama bloqueo institucional al no aprobar sus reformas.
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