Luis Pérez Gutiérrez, exgobernador de Antioquia y excandidato a la gobernación en las elecciones pasadas, ha elevado una carta a la Procuradora General de la Nación, Margarita Leonor Cabello Blanco. En esta comunicación, Pérez detalla sus preocupaciones en torno al concepto negativo emitido por la Procuraduría en su demanda de nulidad electoral contra el actual gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón.
A través de su misiva, Pérez no solo expresa su insatisfacción por el pronunciamiento del ente de control, sino que también presenta una serie de graves acusaciones y reflexiones sobre la utilización de la desinformación, el miedo y el odio en la política, especialmente en el contexto de las herramientas tecnológicas y el impacto de la inteligencia artificial en la percepción de los votantes.
1. La raíz de la disputa: acusaciones de violencia psicológica contra el sufragante
El origen del conflicto entre Pérez y Rendón se encuentra en la acusación de violencia psicológica presuntamente ejercida sobre los votantes. Pérez sostiene que, durante la contienda electoral, Rendón y su equipo implementaron una estrategia de manipulación basada en mentiras y tergiversaciones que buscaban asociarlo falsamente con el Pacto Histórico y con figuras políticas como Gustavo Petro y el exalcalde Daniel Quintero, en un intento por mermar su apoyo en un electorado mayoritariamente adverso a esa corriente política.
Pérez asegura que su demanda, lejos de ser una cuestión de difamación, se centra en el principio de protección a la democracia y la libre voluntad del sufragante. Alega que la Procuraduría interpretó de forma errónea el objetivo de su demanda y que se centró en argumentos de difamación, cuando en realidad él denuncia una manipulación que, a su juicio, fue mucho más profunda y lesiva, al punto de violentar la libertad de elección.
2. La estrategia de desinformación: manipulación de avales y tergiversación de programas
Según Pérez, una de las tácticas centrales de Rendón fue cambiar y tergiversar los avales políticos de los candidatos, usurpando funciones que corresponden a la Registraduría Nacional y al Consejo Nacional Electoral (CNE). En particular, Pérez menciona que Rendón y su equipo difundieron de forma masiva que él era el candidato del Pacto Histórico y que, por ende, su programa de gobierno estaba alineado con las ideas de Gustavo Petro y Daniel Quintero. Esto, argumenta Pérez, desató una ola de desinformación y generó miedo entre los votantes, quienes percibieron su candidatura como una amenaza para la estabilidad de Antioquia.
Asimismo, Pérez denuncia que su programa de gobierno fue objeto de manipulación y que Rendón, a través de múltiples medios, transmitió mensajes que distorsionaban sus propuestas. Según Pérez, los votantes fueron bombardeados con información falsa en la que se afirmaba que su gobierno traería el comunismo a Antioquia, que entregaría los recursos del departamento a criminales y que su alianza con Petro y Quintero pondría en peligro el futuro de la región.
3. El uso de deepfakes y la inteligencia artificial: un nuevo nivel de manipulación electoral
Uno de los puntos más llamativos que expone Pérez en su carta es el presunto uso de tecnología avanzada, como los deepfakes, para difundir videos manipulados que presentaban su imagen y su voz afirmando falsamente que era el candidato de Petro y del Pacto Histórico.
Según Pérez, se habrían creado videos en los que se suplantó su identidad y la de otros políticos, como Daniel Quintero y el mismo Gustavo Petro, para que aparentaran respaldar su candidatura. Estos videos, señala Pérez, fueron viralizados en redes sociales y alcanzaron a cientos de miles de personas en un solo día, justo antes de las elecciones, generando un impacto masivo y dificultando cualquier esfuerzo por desmentirlos a tiempo.
Para Pérez, la utilización de deepfakes y manipulación digital plantea un desafío sin precedentes para el sistema democrático, ya que permite, a su juicio, construir narrativas falsas que pueden influir directamente en la percepción y las decisiones de los votantes. Pérez subraya la dificultad de que el ciudadano promedio pueda distinguir entre la realidad y la ficción en un entorno donde las herramientas de inteligencia artificial pueden crear contenido prácticamente indistinguible de la realidad. Esta situación, argumenta, representa una amenaza a la democracia y al derecho de los votantes a tomar decisiones informadas.
4. La saturación de redes sociales y la creación de odio y miedo
A lo largo de su carta, Pérez insiste en que el uso de redes sociales fue un elemento central en la estrategia de Rendón para manipular al electorado. Sostiene que más de 58.7 millones de personas estuvieron expuestas a contenido violento en redes, diseñado para generar miedo y odio hacia su candidatura. Este contenido, distribuido ampliamente y sin control, presentaba imágenes y mensajes que asociaban a Pérez con el comunismo y con una amenaza para la seguridad y la estabilidad de Antioquia.
Además, Pérez menciona un episodio particular en el que, durante el fin de semana de las elecciones, aparecieron afiches en numerosos postes del Valle de Aburrá mostrando una imagen de su rostro combinado con el de Petro, insinuando su alianza con el presidente y su supuesta intención de traer el comunismo a la región. Estos mensajes visuales, sumados a la masiva difusión en redes sociales, crearon un ambiente de hostilidad que, según Pérez, culminó en agresiones verbales en su contra el mismo día de las elecciones.
5. Testimonios de votantes y el impacto en el resultado electoral
Pérez también aporta en su carta testimonios de votantes que, según él, declararon que cambiaron su decisión de voto debido a la campaña de desinformación. Al menos doce personas afirmaron haber sido engañadas por los mensajes en redes sociales que lo vinculaban con Petro y el Pacto Histórico, y que por miedo o rechazo decidieron no votar por él, aunque inicialmente tenían intención de apoyarlo. Pérez compara este caso con el precedente de Aida Merlano, en el que el Consejo de Estado anuló su elección basándose en el testimonio de dos personas. En este sentido, argumenta que las declaraciones de estos votantes son una prueba sólida del daño psicológico y de la coacción emocional que sufrieron, lo cual, en su opinión, debería invalidar la elección de Rendón.
6. Agresión pública y la presión del entorno mediático
El mismo día de las elecciones, Pérez recuerda que fue objeto de agresiones en el lugar donde acudió a votar. Según su relato, fue insultado y atacado verbalmente, en un episodio que fue transmitido por los medios de comunicación y difundido ampliamente en redes sociales. Pérez atribuye esta agresión a la atmósfera de odio y miedo generada por la campaña de Rendón, y señala que las redes y medios contribuyeron a reforzar la narrativa en su contra hasta el último momento.
Este incidente, argumenta Pérez, es un ejemplo de cómo la manipulación mediática y la desinformación pueden polarizar a la sociedad y convertir las elecciones en una contienda de confrontación personal, más que en un proceso de debate democrático sobre propuestas y programas de gobierno.
7. La protección de la democracia en la era digital
La carta de Pérez a la Procuradora Cabello plantea cuestiones profundas sobre los límites de la libre expresión en el contexto electoral y el papel de las instituciones para proteger la voluntad del sufragante. Para Pérez, en un entorno en el que las tecnologías digitales y la inteligencia artificial pueden ser utilizadas para crear contenidos falsos que distorsionan la realidad, es fundamental, en su concepto, que las autoridades actúen con rapidez y firmeza para garantizar que las elecciones sean justas y que la información que llegue a los votantes sea veraz.
La estrategia atribuida a Rendón, basada en el uso de miedo, odio y manipulación tecnológica, evidencia los desafíos a los que se enfrentan las democracias en la era digital. Pérez advierte que si no se toman medidas contundentes para regular el uso de estas herramientas y proteger a los votantes de la manipulación, el sistema democrático puede ser vulnerado de forma irremediable.
La carta de Luis Pérez Gutiérrez no solo es una denuncia contra las tácticas de su oponente, sino un llamado de atención sobre los peligros de la desinformación y la tecnología avanzada en la política. Frente a este panorama, queda en manos de la Procuraduría y el Consejo de Estado definir el futuro de la demanda y establecer un precedente sobre los límites de la propaganda electoral en la era digital, velando así por la protección de la democracia en Antioquia y en todo el país, en una decisión, que se deberá conocer en pocos días.