El ambiente está cargado de electricidad. La Liga BetPlay está a punto de coronar a su campeón, y lo hará con una final totalmente inédita en la historia del fútbol colombiano: Junior de Barranquilla se enfrenta hoy a partir de las 8 de la noche al Deportes Tolima. Dos equipos con historia se miden por primera vez en esta instancia, prometiendo una serie a puro drama y emoción.
El telón de esta emocionante disputa se abre hoy en la ardiente capital del Atlántico. El Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, la casa de los Tiburones, será el escenario del primer asalto entre Rojiblancos y Pijaos. Junior, impulsado por su ferviente hinchada, buscará obtener una ventaja significativa en casa, sabiendo que el cierre de la serie se jugará a más de 1.000 kilómetros de distancia, en tierra ibaguereña.
El camino de ambos equipos hasta esta final fue una verdadera prueba de fuego. El Deportes Tolima demostró una regularidad envidiable, culminando como líder indiscutible del Grupo B en los cuadrangulares semifinales. Los Pijaos dejaron atrás a equipos como Bucaramanga, Santa Fe y Fortaleza, confirmando su candidatura con una mezcla de solidez defensiva y efectividad ofensiva. Además, su posición privilegiada en la tabla de reclasificación les otorga el beneficio de cerrar la serie en el Manuel Murillo Toro de Ibagué, una carta que intentarán jugar a su favor para levantar el anhelado trofeo.
Por su parte, el Junior de Barranquilla tuvo que sobrevivir al denominado ‘grupo de la muerte’. En una zona competitiva, los dirigidos por Alfredo Arias, se sobrepusieron a Independiente Medellín, Atlético Nacional y América de Cali. El equipo barranquillero demostró carácter y una garra inquebrantable para asegurar su cupo, reafirmando que su espíritu luchador es el motor que los trae a disputar la estrella.
Es la ambición de un Junior que quiere sumar otra estrella ante su gente contra la frialdad y estrategia de un Tolima que buscará dar el golpe definitivo en su fortín. La mesa está servida para una confrontación épica que, al ser inédita, garantiza que, sin importar el resultado, se escribirá un nuevo e inolvidable capítulo en la historia del fútbol colombiano.








