El ambiente en el Deportivo Pereira ha pasado de la felicidad del primer título años atrás, al estallido de una grave crisis laboral. Los jugadores del Deportivo Pereira han dicho “hasta aquí” y han anunciado cese de actividades. La noticia, confirmada a través de un comunicado emitido por la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (ACOLFUTPRO), no deja lugar a dudas: el próximo partido del equipo simplemente no se disputará.
La razón de esta decisión radical no es otra que el sistemático incumplimiento en el pago de las obligaciones laborales por parte de la dirigencia del club. ACOLFUTPRO manifestó su “total respaldo” a los profesionales, quienes se ven forzados a tomar medidas extremas ante una situación insostenible.
El texto de la Asociación es una radiografía de la precariedad con la que han tenido que lidiar los futbolistas. La queja central es lapidaria: “todo el año el Pereira no ha pagado los salarios de manera oportuna”. Es decir, la falta de compromiso económico no es un hecho aislado o una mora reciente; es un patrón de conducta que se ha extendido durante toda la temporada, minando la estabilidad financiera y emocional de los jugadores y sus familias, así lo hace saber el comunicado de la agremiación.
Pero las omisiones van más allá de los salarios. El comunicado detalla que el club ha “incumplido con los convenios deportivos pactados, tanto trimestrales como mensuales”. Estos convenios, que a menudo incluyen primas por rendimiento y premios por objetivos, son una parte fundamental de la remuneración de un deportista profesional. Su incumplimiento es un golpe directo a la motivación y al esfuerzo diario.
La cereza amarga del pastel la pone la omisión en los “aportes a la seguridad social”. Para los jugadores «No cumplir con la seguridad social es una falta de una gravedad extrema que pone en riesgo la salud y el futuro de los deportistas ante cualquier lesión o contingencia».
La decisión de no presentarse al campo es un grito de auxilio y un llamado de atención urgente a la dirigencia del fútbol colombiano. El fútbol es una pasión, pero también es la fuente de sustento de cientos de familias. El balón se detiene en Pereira, esperando llegar a un acuerdo que le permita a la pelota volver a rodar.







