Al cumplirse dos años del ataque perpetrado por Hamás aquel 7 de octubre de 2023, Israel dedicó esta jornada a realizar conmemoraciones. Cabe indicar que aquel día unas 1.200 personas perdieron la vida, en su mayoría civiles, y 251 fueron secuestradas.
Según se conoció desde la madrugada se llevaron a cabo actos conmemorativos en distintas partes del país, donde participaron sobrevivientes, familiares de víctimas, autoridades y ciudadanos.
Uno de los escenarios donde se llevó a cabo las conmemoraciones fue el lugar del festival Nova, en el sur de Israel, allí ocurrió una de las masacres más mediáticas, en ese momento se guardó un minuto de silencio.
Las familias de las víctimas llegaron hasta el lugar y colocaron retratos y recuerdos. Testimonios del sufrimiento fueron compartidos en medio del recogimiento: Alon Musnikov, estudiante de Derecho, relató que vive “con este trauma todos los días”.
En Jerusalén, los familiares de 48 rehenes que, según fuentes locales, permanecen en poder de Hamás se movilizaron hacia la residencia del primer ministro Benjamin Netanyahu.
En Tel Aviv, se llevaron a cabo varios homenajes, allí en la Plaza de los Rehenes, se entregaron brazaletes con mensajes de esperanza, mientras los asistentes exigían que “todos regresen a casa”. Familias de los secuestrados expresaron su angustia frente a los lentos avances de las negociaciones para su liberación.
Una de las ceremonias más emotivas tuvo lugar en Kfar Aza, un kibutz que fue escenario de un asalto violento durante el ataque, residentes y allegados se reunieron a la hora en que se desató la agresión, recreando el momento y recordando el eco de los disparos que aún resuena en su memoria.
Durante la conmemoración se repitió un mensaje compartido por la sociedad israelí: la necesidad de mantener viva la memoria, exigir justicia y lograr el retorno de todos los rehenes.
En medio del contexto bélico vigente y las intensas gestiones diplomáticas entre Israel y Hamás con mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar— el reclamo de las familias se cruzó con el llamado oficial a que el Estado preserve el recuerdo de las víctimas y no ceda en la exigencia de respuestas.
Los actos se extendieron hasta la noche, con vigilias y cenas al aire libre frente a residencias oficiales, entre ellas la de Netanyahu, como forma de presión simbólica. Según medios israelíes, apenas unas pocas decenas de los rehenes cautivos podrían estar con vida, aunque no hay confirmación independiente.