La tensión en Medio Oriente continúa escalando tras una serie de ataques aéreos israelíes sobre la capital iraní. De acuerdo con el Ejército israelí, más de 60 aviones de combate participaron en la ofensiva, en la que se habrían utilizado aproximadamente 120 municiones. Los bombardeos habrían alcanzado varios sitios industriales vinculados a la producción de misiles en la zona de Teherán, mientras fuentes no confirmadas en medios israelíes reportan que uno de los ataques provocó la muerte de un científico nuclear iraní.
En un comunicado reciente, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, aseguró que ha ordenado intensificar los ataques sobre «símbolos del régimen», entre ellos la Guardia Revolucionaria y la milicia Basij, con el objetivo de desestabilizar al gobierno iraní. Ayer, Katz había afirmado públicamente que Israel busca eliminar al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei.
En respuesta, Irán lanzó una nueva andanada de misiles contra territorio israelí, causando daños importantes en la ciudad de Beersheba. Según Teherán, el objetivo fue un parque tecnológico con instalaciones militares. La ofensiva provocó impactos también en Jerusalén y Haifa, según medios locales, aunque no se ha confirmado oficialmente el número total de misiles interceptados. Reportes indican al menos cuatro sitios de impacto, lo que sugiere que no todos los misiles fueron neutralizados por los sistemas defensivos de Israel.
Las sirenas de alerta antiaérea se activaron en varias ciudades israelíes, mientras las fuerzas de defensa instaban a la población a dirigirse a zonas seguras. Las autoridades mantienen un estricto control sobre la información relativa a las ubicaciones exactas de los ataques, bajo normas de censura reforzadas en tiempos de guerra.
En paralelo, decenas de miles de personas salieron a las calles en Irán en señal de protesta y duelo. Se registraron multitudinarias marchas en Teherán, Isfahán, Shiraz, Mashhad y Qom. En Isfahán, miles de personas asistieron al funeral de un militar iraní muerto en los ataques, coreando consignas contra Israel. Escenas similares fueron reportadas en Qom y Karaj.
Mientras se desarrollan estas acciones en el terreno, continúan los esfuerzos diplomáticos. En Ginebra, el canciller iraní Abbas Araghchi reiteró que su país no está dispuesto a entablar negociaciones mientras persistan los ataques israelíes, aunque se mantiene abierto al diálogo con sus contrapartes europeas.
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