Israel llevó a cabo este domingo un ataque contra el Aeropuerto Militar de Mezzeh, en Damasco, Siria, en medio de la incertidumbre que dejó el derrocamiento del régimen de Bashar al Asad. Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), los bombardeos también alcanzaron instalaciones diplomáticas y militares relacionadas con el régimen depuesto.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, destacó que: «Este es un día histórico para Oriente Medio. El derrumbe del régimen de Asad, la tiranía de Damasco, ofrece una gran oportunidad, pero también entraña importantes peligros», afirmó.
Netanyahu terminó diciendo que: «Enviamos una mano de paz a todos aquellos más allá de nuestra frontera en Siria: a los drusos, a los kurdos, a los cristianos y a los musulmanes que quieren vivir en paz con Israel».
Aunque aún no se han reportado cifras oficiales de víctimas, el ataque ha generado alerta en la región por sus posibles consecuencias en la estabilidad de Oriente Medio y las dinámicas geopolíticas en Siria. Se dice que el número de víctimas es elevado.
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