Una reunión familiar en la vereda Agua Fría, municipio de Ocamonte, Santander, se convirtió en escenario de tragedia cuando un hombre asesinó a un familiar por una disputa trivial: fue el tamaño de los tragos servidos.
Según las autoridades, el incidente inició como una discusión que escaló rápidamente cuando el agresor sacó un arma de fuego y disparó en repetidas ocasiones contra su familiar. Los asistentes, todos integrantes de la familia, intentaron auxiliar a la víctima, pero no lograron salvarle la vida.
El comandante operativo de la Policía de Santander, mayor Cristian Alberto Betancur, informó que el agresor fue capturado en flagrancia.
Durante el operativo, se incautó un revólver calibre 38, utilizado en el homicidio. La víctima, herida de gravedad, fue trasladada al hospital de San Gil, pero llegó sin signos vitales.
El mayor Betancur destacó la creciente preocupación por la intolerancia social y su papel en tragedias como esta: «pequeños conflictos de índole personal pueden escalar hasta convertirse en tragedias irreparables», señaló.
Actualmente, el caso está en manos de la Fiscalía General de la Nación. El capturado fue puesto a disposición de las autoridades junto con el arma incautada, mientras que unidades especializadas de investigación avanzan para esclarecer por completo los hechos.