El expresidente Álvaro Uribe Vélez enfrenta un juicio por fraude procesal, soborno a testigos y soborno en actuación penal. En el inicio del proceso, el exmandatario se declaró completamente inocente y aseguró: “No hay riesgo de que me declare culpable”.
Durante el curso de este proceso, se ha señalado que Uribe habría comprado testigos con el fin de que cambiaran sus versiones sobre su posible vínculo con grupos paramilitares. En el escrito de acusación, la Fiscalía expone que, bajo la dirección de Uribe, se indujo a error a la Sala de Instrucción No. 2 de la Corte Suprema de Justicia para obtener decisiones contrarias a la ley.
El documento sostiene que el expresidente habría instruido al abogado Diego Javier Cadena Ramírez para que, directamente o a través de terceros, entregara o prometiera dinero u otros beneficios a testigos seleccionados para que ocultaran la verdad o se desdijeran de sus declaraciones.
Por su parte, Jaime Granados Peña, abogado defensor de Uribe, solicitó recientemente la reprogramación del inicio del juicio, pero dicha petición fue rechazada. La fiscal Marlene Orjuela calificó la solicitud como una “maniobra dilatoria” y confirmó que el juicio continuará según lo previsto.
A pesar de las acusaciones, Uribe reiteró su inocencia y aseguró con firmeza: “No hay riesgo de que me declare culpable”.