El fútbol español se prepara para un choque de titanes que evoca recuerdos de épocas doradas. Once largos años han transcurrido desde la última vez que Real Madrid y Barcelona se vieron las caras en la gran final de la Copa del Rey, un lapso que culmina hoy sábado en el estadio La Cartuja de Sevilla. Aquella final previa quedó grabada en la memoria de los madridistas gracias a un gol antológico del galés Gareth Bale, una gesta que hoy sirve como condimento extra para un encuentro cargado de historia y rivalidad.
En el banquillo ‘merengue’, Carlo Ancelotti se prepara para una nueva final, consciente del rival que representa el Barcelona de Hansi Flick. El técnico alemán ha demostrado ser un adversario complejo para el italiano en cada clásico disputado desde su llegada al banquillo ‘azulgrana’, añadiendo una capa extra de incertidumbre y emoción al enfrentamiento. La estrategia de ambos estrategas será crucial en un partido donde cada detalle táctico y cada individualidad pueden marcar la diferencia en la consecución del preciado trofeo.
La cita está marcada para las 3:00 de la tarde, hora de Colombia, un horario que paralizará a millones de aficionados en todo el mundo. Los seguidores podrán sintonizar la final a través de la señal de ESPN+, mientras que Sky Sports llevará la emoción del clásico a los hogares de Centroamérica y México.
En medio de la creciente tensión y los rumores infundados que circularon en la prensa española sobre una posible ausencia merengue por las declaraciones del juez central, el Real Madrid salió al paso para zanjar cualquier especulación. Con un comunicado contundente, el club blanco aseguró su presencia en la final, reafirmando su compromiso con la competencia y su afición: “Ante los rumores que han surgido en las últimas horas, el Real Madrid C. F. comunica que nuestro equipo nunca se ha planteado renunciar a jugar la final”. La mesa está servida para un nuevo capítulo en la legendaria rivalidad entre los dos gigantes del fútbol español.