Las aguas del río Bravo, que marca la frontera entre Estados Unidos y México, han sido escenario de un macabro hallazgo mientras las autoridades texanas intensifican su uso de boyas esféricas con púas para frenar el flujo de migrantes. En un comunicado publicado por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, se informó que el cuerpo sin vida de un individuo ha sido encontrado en el río.
Aunque aún se desconocen los detalles sobre la causa del fallecimiento, se ha confirmado que los trabajos del cadáver ya están en marcha y que se llevarán a cabo labores de identificación para determinar la identidad de la víctima.
La noticia llega en un momento de alta tensión en la región fronteriza, donde el gobierno de Texas ha implementado la colocación de boyas esféricas con un diámetro de casi un metro y un recubrimiento de púas en un esfuerzo por evitar que migrantes indocumentados crucen el río Bravo . Estas boyas han sido duramente criticadas por su peligrosidad y riesgo para quienes intentan cruzar el río en busca de una vida mejor.
La cancillería mexicana aprovechó este trágico incidente para reiterar su rechazo al uso al de estas boyas, señalando el riesgo que representa para los migrantes y subrayando la necesidad de abordar la migración de una manera humanitaria y respetuosa de los derechos humanos.
Las boyas con púas son la última medida tomada por el gobierno de Texas para reforzar el control.
