La tarde del viernes 25 de enero de 1991, la radio colombiana le informó al país sobre una dolorosa tragedia ocurrida en las montañas de Antioquia: la periodista y abogada Diana Turbay Quintero, hija del expresidente colombiano Julio César Turbay Ayala y Nidia Quintero, fue asesinada en el municipio de Copacabana, Antioquia, después de ser secuestrada por el grupo criminal Los Extraditables en agosto de 1990.
Turbay Quintero, de 40 años, llegó hasta el departamento de Antioquia con la falsa promesa de entrevistar al comandante de ELN Manuel Pérez Martínez, alias el Cura Pérez. Al momento de llegar al lugar del encuentro con el líder guerrillero, Diana Turbay y su equipo periodístico fueron secuestrados por Pablo Escobar, quien buscaba, a través de la retención forzada de importantes periodistas y figuras políticas del país, generar presión al Gobierno Nacional para tumbar el artículo constitucional que autorizaba la extradición de colombianos a los Estados Unidos.
Después de meses de secuestro, el Ejército Nacional ubicó a Turbay e intentó rescatarla, pero sus captores lograron confundir a las Fuerzas Armadas vistiendo a Diana con prendas campesinas al momento de la huida. Durante el ataque armado, Diana Turbay recibió un tiro en la espalda, lo que ocasionó su muerte en el Hospital General de Medellín algunas horas después del suceso.
La indignación y el dolor por la muerte de Diana Turbay se repite hoy, 11 de agosto de 2025, con la muerte de su hijo Miguel Uribe Turbay, víctima de un atentado ocurrido el 7 de junio de este año. Alejandro, hijo de Miguel Uribe y María Claudia Tarazona, repite la historia de la dinastía Turbay, al perder a su padre en sus primeros años de vida por causa de la ausencia de la libertad de pensamiento, la polarización política y el irrespeto por las ideas del otro en el país
La muerte del senador y precandidato presidencial recuerda los aciagos años 90, una de las más violentas de las historias del país en la que cayeron precandidatos presidenciales, políticos, periodistas y miles de ciudadanos colombianos en medio de la guerra contra los carteles de la droga.