Tras una votación a contra reloj y con 57 votos a favor y 31 en contra, el Senado de la República aprobó este martes 17 de junio el proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno nacional. Ahora viene otra carrera contra el tiempo para lograr su conciliación antes de finalizar el periodo legislativo.
La iniciativa, que contempla cambios en las condiciones laborales y contractuales en el país, ahora se enfrentará ahora a la conciliación con el texto previamente aprobado por la Cámara de Representantes.
El trámite debe concluir antes del próximo viernes 20 de junio, fecha en la que finaliza el actual periodo legislativo. Por ello, se prevé que este miércoles se designe a los conciliadores de ambas corporaciones, con el fin de alinear el articulado y someterlo a votación final en las plenarias de Cámara y Senado.
La versión aprobada por el Senado consta de 70 artículos y entre los más destacados figura el que establece un contrato laboral especial y a término fijo para los aprendices del Sena. También se incluyó un artículo que modifica la jornada nocturna, estableciendo su inicio a partir de las 7:00 p.m. para todas las empresas sin distinción. En contraste, los artículos 37 y 38, que regulaban modalidades de trabajo por días u horas, fueron descartados en el debate.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, aseguró que con esta aprobación se avanza en una de las prioridades legislativas del Ejecutivo. No obstante, recordó que aún queda pendiente la etapa de conciliación entre las dos cámaras, paso necesario para que el proyecto pueda ser sancionado por el Presidente de la República.
La iniciativa laboral fue presentada por primera vez en 2023, pero fue archivada por falta de apoyo en el Congreso. En esta legislatura fue retomada y logró superar todos los debates requeridos, a diferencia de otras reformas estructurales del Gobierno, como la de salud o la educativa, que no avanzaron en el trámite legislativo.
La rapidez con la que tendrá que llevarse a cabo la conciliación responde a la cercanía del cierre de sesiones. De no lograrse antes del viernes, la reforma se hundiría por segunda vez. En ese escenario, el presidente Petro ha mencionado la posibilidad de convocar a una consulta popular, aunque dicha alternativa implicaría trámites adicionales y requeriría revisión de constitucionalidad.
Por ahora, la expectativa se centra en la designación de los conciliadores y en el curso que tomen las sesiones plenarias previstas para el jueves y viernes. La agenda legislativa de esta semana definirá si la reforma laboral alcanza su aprobación definitiva o si, por el contrario, se posterga una vez más su discusión.