Desde Cartagena zarpó el buque ARC Victoria con más de 240 toneladas de ayuda humanitaria destinada a Cuba, país que enfrenta las consecuencias del huracán Melissa.
La operación, liderada por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y la Armada de Colombia, hace parte de las ayudas prometidas por el Gobierno Petro para atender emergencias internacionales, mientras múltiples regiones del país continúan afectadas por desastres naturales y conflictos internos sin respuesta suficiente.
El cargamento incluye kits de alimentos, aseo, leche y combustible, así como 56.000 galones de agua, gasolina y diésel. El envío fue coordinado por la UNGRD junto con la Cancillería, la Fuerza Aeroespacial, la Defensa Civil, la Armada, la Policía Nacional, los ministerios de Agricultura y Minas y Energía, y Ecopetrol. La tripulación, compuesta por 65 uniformados bajo el mando de la capitán de fragata María Ángela Fuentes, llegará a la isla el próximo 6 de noviembre.
Durante el acto de zarpe, el director de la UNGRD, Carlos Carrillo, afirmó que la ayuda representa un esfuerzo conjunto del “Gobierno del Cambio” para acompañar a los países del Caribe. Sin embargo, mientras el buque parte con destino internacional, en distintas regiones del territorio colombiano miles de familias enfrentan emergencias similares sin apoyo oportuno del Estado.
Las lluvias que han afectado departamentos como Chocó, Bolívar, Santander, Nariño y Cundinamarca han dejado inundaciones, pérdidas agrícolas y viviendas destruidas. En muchos de estos lugares, los damnificados denuncian la falta de asistencia y demoras en las ayudas.
Paralelamente, los desplazamientos masivos provocados por enfrentamientos entre grupos armados ilegales continúan, especialmente en zonas del Catatumbo, Cauca y el sur de Bolívar, donde comunidades enteras han tenido que abandonar sus hogares sin una respuesta institucional clara.
Mientras la logística estatal se activa para enviar suministros al exterior, otras crisis internas permanecen en espera. El Programa de Alimentación Escolar (PAE) enfrenta dificultades presupuestales y de ejecución que han afectado la entrega de raciones a miles de niños en distintas regiones, así como recientemente la Contraloría advirtió el déficit en el PAE, ya que faltan $1,3 billones para garantizar los recursos en 2026, y los sectores productivos reportan pérdidas por la falta de atención a las emergencias derivadas del invierno.
El envío de ayuda a Cuba se suma a las misiones humanitarias recientes hacia otros países del Caribe, en medio de críticas por la falta de coordinación en la atención nacional. Diversas voces han cuestionado en otras oportunidades que, mientras se destinan recursos logísticos y financieros para operaciones internacionales, las familias colombianas afectadas por desastres, desplazamientos o crisis alimentarias continúan esperando la presencia efectiva del Estado.





