La Cancillería de Colombia, bajo el liderazgo del ministro de Relaciones Exteriores, Gilberto Murillo, emitió un contundente pronunciamiento expresando su “profunda preocupación y rechazo” ante el aumento de denuncias sobre violaciones sistemáticas a los derechos humanos en Venezuela. Este llamado se da en un contexto de tensiones crecientes a medida que se aproxima el 10 de enero, una fecha clave en la agenda política venezolana.
El pronunciamiento del gobierno colombiano se basa en los informes recientes de organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Dichos documentos detallan graves vulneraciones de derechos fundamentales, incluyendo persecuciones y detenciones arbitrarias que afectan a líderes opositores y voces críticas al gobierno venezolano.
Casos emblemáticos, como las detenciones de Carlos Correa y Enrique Márquez, así como el acoso constante a figuras prominentes como María Corina Machado, fueron destacados como ejemplos de la crisis democrática que enfrenta el vecino país.
Colombia, como miembro activo del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, reiteró su llamado al respeto integral de los derechos humanos en Venezuela. El canciller Murillo subrayó que el derecho a la oposición política y la movilización social son pilares esenciales en cualquier democracia, y pidió a las autoridades venezolanas garantizar plenamente estas libertades.
La postura de Colombia se alinea con su compromiso con el multilateralismo y el derecho internacional, insistiendo en la necesidad de fortalecer las garantías democráticas en la región y trabajar en conjunto con la comunidad internacional para prevenir nuevas violaciones.
Este pronunciamiento reafirma el interés de Colombia en defender los valores democráticos y los derechos humanos en América Latina, marcando un fuerte contraste con la situación política en Venezuela.