El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, lanzó duras críticas al Gobierno Nacional tras la reciente suspensión del proyecto de ampliación de la avenida Boyacá por el Consejo de Estado, a raíz de una demanda presentada por el Ministerio de Ambiente, dirigido por Susana Muhamad.
La demanda busca invalidar la licencia ambiental del proyecto, una obra que, según Galán, es fundamental para mejorar la movilidad en la capital, particularmente en el sector norte, donde el tráfico es crítico.
Galán ha expresado su descontento ante lo que considera un intento del Gobierno por obstaculizar los proyectos clave de infraestructura en la ciudad, manifestando que esta intervención no solo busca frenar el progreso, sino también afectar la autonomía de Bogotá.
Según el mandatario, la ampliación de la Avenida Boyacá, no solo es esencial para el tránsito de los habitantes, sino que está respaldada por planes de desarrollo organizados y compensaciones ambientales.
La demanda y la posición del Ministerio de Ambiente
La demanda, que fue admitida por el Consejo de Estado, cuestiona la licencia ambiental otorgada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y apunta a evitar que el proyecto avance debido a posibles afectaciones en la reserva Thomas Van Der Hammen.
El Ministerio de Ambiente argumenta que esta ampliación implicaría la sustracción de 20,87 hectáreas de la reserva, área de alta importancia ecológica, y que los estudios de impacto no han garantizado la participación ciudadana ni la transparencia necesarias.
Desde abril de 2024, la ministra Muhamad ha presentado recursos y presionado para detener el proyecto, instando a la búsqueda de alternativas que eviten la fragmentación de este ecosistema. La jefe de la Cartera sostiene que proteger la biodiversidad y asegurar la conectividad hídrica y de fauna es primordial, y acusa al proyecto de no satisfacer estos criterios.
Defensa de la movilidad y la autonomía de Bogotá
Galán reafirmó su compromiso con defender la autonomía de Bogotá, dejando en claro que no permitirá que el Gobierno Nacional detenga un proyecto vital para la ciudad.
Además, recordó que el proyecto de la Avenida Boyacá fue aprobado con medidas de compensación ambiental de 62,49 hectáreas, una proporción considerable frente a las hectáreas afectadas de la reserva.
Para el Alcalde, esta ampliación de la Boyacá no solo es una obra estratégica para la movilidad de Bogotá, sino que su impacto ha sido debidamente evaluado y contemplado en la planeación urbana de la ciudad. En sus palabras, se trata de un proyecto que no puede ser postergado por las trabas y exigencias que impone el Gobierno Nacional bajo el discurso de la preservación ambiental.
Desarrollo urbano vs. conservación
La situación ha puesto en evidencia el conflicto entre el desarrollo urbano y la protección ambiental en Bogotá, un debate que ha cobrado protagonismo a medida que la ciudad enfrenta necesidades crecientes de infraestructura.
El costo del proyecto asciende a $80.910 millones de pesos e incluye no solo la ampliación vial, sino también infraestructura complementaria como una ciclorruta bidireccional, andenes y sistemas de semaforización diseñados para aumentar la seguridad vial.
La admisión de la demanda por parte del Consejo de Estado añade una nueva barrera, mientras Fiduciaria Bogotá S.A., que participa como tercero en el proceso, también se enfrenta a un panorama incierto en la ejecución del proyecto.
El mandatario dejó claro que continuará en la lucha por avanzar con la ampliación de la avenida Boyacá, mientras que la ministra Muhamad y el Ministerio de Ambiente refuerzan su posición, apelando al valor de la reserva ecológica.