La vicepresidenta de la República, Francia Márquez, se pronunció sobre la situación de orden público que se registra en la región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, tras los recientes enfrentamientos entre grupos armados ilegales que derivaron en el desplazamiento forzado de decenas de familias.
Los hechos se registraron el pasado 25 de diciembre, desde horas de la madrugada, en la vereda Palmeras, ubicada en el kilómetro 16 de la vía que comunica al municipio de Tibú con el corregimiento de La Gabarra. En este sector se presentaron enfrentamientos armados entre integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las Farc, lo que generó temor entre la población civil y obligó a varias familias a abandonar sus viviendas y tierras.
Frente a esta situación, la vicepresidenta expresó su preocupación por las condiciones de seguridad en la zona y por las afectaciones que enfrenta la población civil. “Mi clamor es por el respeto a la vida, el territorio y la dignidad de las comunidades en el Catatumbo. Es urgente que se garanticen condiciones de seguridad que permitan el retorno y la permanencia de las personas en sus tierras y el ejercicio pleno de sus derechos”, manifestó Márquez.
En su pronunciamiento, la vicepresidenta hizo un llamado a las autoridades competentes para que se adopten acciones concretas que permitan atender de manera inmediata a las familias afectadas por el desplazamiento. Asimismo, solicitó el acompañamiento de la comunidad internacional para brindar apoyo humanitario y una atención integral a quienes resultaron afectados por los hechos violentos ocurridos en esta zona del país.
“Hago un llamado a las autoridades competentes y a la comunidad internacional para que se brinde apoyo humanitario inmediato y atención integral a las familias afectadas por el desplazamiento que se ha presentado de nuevo en esta zona del país, a raíz de los enfrentamientos entre los grupos armados ilegales, y para que se adopten medidas reales y efectivas para prevenir esta situación”, señaló la vicepresidenta.
Márquez indicó que los hechos ocurridos en el Catatumbo evidencian la persistencia de riesgos para la población civil en territorios históricamente afectados por la violencia armada. En ese contexto, reiteró que el respeto por los derechos humanos y la protección de las comunidades deben ser prioridades en la respuesta del Estado frente a este tipo de situaciones.
La vicepresidenta también se refirió a la necesidad de fortalecer la presencia institucional en la región como una condición fundamental para avanzar hacia escenarios de paz y estabilidad. Según expresó, la superación de la violencia en el Catatumbo requiere acciones sostenidas que respondan a las necesidades reales de la población.
“Sabemos que la paz y la justicia social en el Catatumbo solo serán posibles con respeto, protección y presencia institucional que responda a las necesidades reales de su gente y en estamos comprometidos como Gobierno nacional”, afirmó.
El Catatumbo es una de las regiones que históricamente ha enfrentado altos niveles de conflictividad armada, presencia de grupos ilegales y afectaciones recurrentes a la población civil, incluyendo desplazamientos forzados. Los recientes enfrentamientos registrados en la vía entre Tibú y La Gabarra vuelven a poner en evidencia la situación de vulnerabilidad que enfrentan las comunidades rurales de esta zona del país y la necesidad de una respuesta articulada por parte del Estado.



