La realización de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad 2024 (COP16), programada para celebrarse en Cali, se ha visto amenazada por las recientes declaraciones de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El evento ambiental más importante del mundo, que se llevará a cabo entre el 20 de octubre y el 1 de noviembre de 2024, según la Cancillería, se vería amenazado por el actuar de los grupos armados, anunciado por ellos mismos en redes sociales.
En su mensaje, las disidencias de las FARC expresaron su oposición a la celebración de la COP16, aseguraron que el evento ambiental no podrá llevarse a cabo con éxito a pesar de los esfuerzos que se hagan para garantizar la seguridad en la ciudad. La amenaza surgió como un mensaje dirigido al primer mandatario.
“La COP16 fracasará aunque militarice con gringos (estadounidenses) la ciudad”, indicó el grupo armado residual en la cuenta de X de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
En otra publicación, la organización criminal aseguró que no es verdad que sus finanzas se están viendo afectadas por las acciones de la administración actual debido a que no están sostenidas por las economías ilegales de la coca y la minería. “¡Qué falsa idea de las FARC-EP le han vendido sus asesores!”, aseveró.
Con los refuerzos, la tercera ciudad de Colombia contará con unos 12.000 uniformados para recibir la cumbre de la ONU.
Hasta el momento, el gobierno sostiene que no contempla cambiar la sede de la COP16, que recibirá por lo menos 12.000 visitantes, aunque concejales locales han llamado frecuentemente la atención sobre el riesgo que representan los diversos ataques de los disidentes.
La Policía Nacional informó que varias unidades SWAT, expertas en combatir el terrorismo y el secuestro y entrenadas por Estados Unidos, llegarán a la ciudad ´para brindar garantías de protección a los asistentes.
El despliegue de seguridad contará también con dispositivos tecnológicos especializados, biométricos, inteligencia artificial y aeronaves con cámaras y equipos de rastreo.
En Valle del Cauca y Cauca están sembradas casi 29.000 hectáreas de hoja de coca, el componente activo de la cocaína, según un balance de la ONU de 2022.
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