El sitio de la playa de Albania lo tenía todo en un solo lugar: pinos, arena, mar, montañas cercanas y días de música sin parar.
“Es muy raro que hayas reunido todas esas cosas a la vez”, dijo el director del festival de música al aire libre Unum, Grego O’Halloran. Como inglés que vive en Ibiza, España, otra escena musical de playa mágica, sabe de lo que está hablando.
“Albania es la joya escondida de Europa”, agregó. “(Son) una hora, dos horas, de casi toda Europa y es tan hermoso y sin descubrir”.
Los organizadores vendieron las 10,000 entradas para el festival del 3 al 7 de junio con 50 músicos internacionales y locales, mientras la gente aprovechó la oportunidad de escuchar música sin parar durante cinco días en la playa de Thrown Sand, a 75 kilómetros (45 millas) al noroeste de la capital, Tirana.
Los organizadores afirmaron que todos en el festival estaban libres de COVID-19, pero no ofrecieron pruebas de esas afirmaciones y no se observaron controles de virus.
El escenario principal cerca de la playa estaba encima de un velero, mientras que otro estaba bajo los pinos cerca de la playa. Los fanáticos no requerían tatuajes, pero muchos lucían uno o más. Llegaron aficionados de toda Europa, incluso de lugares tan lejanos como Uruguay.
El año pasado el festival fue cancelado debido a la pandemia. Este año, a los organizadores les resultó difícil conseguir músicos de toda Europa debido a las restricciones de virus, pero prevalecieron.
“(Es) increíble … una locura … una locura ver a tanta gente en un solo lugar … (después) sentada en una habitación de tu apartamento sola en un encierro”, dijo la fan alemana Katia Mueller.
El evento fue posible debido a la baja tasa de contagio de Albania. Solo registró dos nuevas infecciones el sábado. El Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que no hay restricciones pandémicas para cualquiera que quiera venir a Albania.
Albania tiene muchas playas vírgenes en su costa de 480 kilómetros (300 millas) a lo largo de los mares Adriático y Jónico, y durante los últimos años el turismo se ha convertido en una industria clave para uno de los países más pobres de Europa.
Los vecinos albaneses de Kosovo siguen siendo la principal fuente de turistas hasta ahora, a menudo acompañados por grupos polacos y checos, serbios y bielorrusos.
Franco Rodrigues de Uruguay sigue mucha música y conocía a muchos de los músicos del festival, que esperaba fuera el comienzo de un regreso mundial a los eventos en vivo.
“Es genial que finalmente podamos volver y jugar de nuevo”, dijo.
El lema del festival era que la gente se convirtiera en “Uno” y se uniera en torno a la música. Algunos dijeron que la música era más importante de lo que la mayoría de la gente pensaba.
“Era necesario para nuestra salud mental”, dijo Ron Kurtolli, un DJ de Kosovo. “La gente no presta mucha atención a la salud mental, pero es realmente importante para el bienestar de todo”.
Samela, una serbia que vive en Belgrado pero nacida en Prizren, Kosovo, no tuvo tiempo de dar su apellido, pero explicó en voz alta cómo el festival conectaba a las personas a través de las fronteras. Los albaneses y los serbios han sido enemigos desde hace mucho tiempo.
“Realmente tenía esta intención genuina de romper los prejuicios, romper el estigma, tratar de conectarnos sobre la música … No puedo hacerlo de la forma en que la música lo hace. Pero está bien, lo estoy intentando ahora “, dijo.
