A menos de una semana de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el panorama electoral se encuentra en uno de los puntos más tensos de la campaña.
Las encuestas recientes muestran una carrera reñida entre Kamala Harris y Donald Trump, especialmente en los siete estados clave, donde el margen de diferencia entre ambos es mínimo, lo que augura un final incierto y lleno de posibles controversias.
Según los últimos datos publicados por el Washington Post, Michigan es uno de los estados en los que la balanza parece inclinada, aunque por un mínimo margen.
Trump lidera entre los votantes registrados con un 47% frente al 45% de Harris, mientras que la candidata demócrata supera a su oponente en el grupo de posibles votantes por un escaso 1%. En el sur, la situación es igual de ajustada: en Arizona, Harris lidera apenas por un punto, mientras que Trump toma ventaja por el mismo margen en Nevada.
La sombra del fraude electoral en Pennsylvania
La noche del 5 de noviembre todo se decidirá en Pennsylvania, un estado que Trump ya considera una batalla crítica. Con millones de votos anticipados ya emitidos, el expresidente ha empezado a lanzar acusaciones de fraude electoral, dirigiendo sus sospechas sobre los condados de York y Lancaster, acusándolos de manipular el voto de forma masiva.
Las autoridades de estos condados no han tardado en responder, calificando sus declaraciones de exageradas y asegurando que el sistema de seguridad electoral está funcionando correctamente.
Trump, sin embargo, continúa su retórica incendiaria. En un reciente mensaje en redes sociales, afirmó que Pennsylvania «hace trampa a niveles nunca antes vistos», y exhortó a sus seguidores a «denunciar los engaños de las autoridades». Para muchos, esto parece una estrategia bien planeada para impugnar resultados si el estado termina en manos de Harris.
«Protegeré a las mujeres, les guste o no»: una frase que desata la indignación
En una elección donde los derechos de las mujeres y el tema del aborto ocupan un lugar preponderante, Trump ha vuelto a ser centro de polémica al declarar que «protegerá a las mujeres, les guste o no».
Esta declaración fue rápidamente calificada como «paternalista» y «ofensiva» por Harris y varios medios norteamericanos, considerando que niega la autonomía femenina. Votantes como Diane, entrevistada por la SER, expresaron su indignación: «No apoya los derechos de las mujeres. Es un condenado y un abusador».
Para algunas mujeres, sin embargo, la postura en torno al aborto es una razón para apoyar a Trump, como es el caso de Christine, quien expresó que su principal motivación para votar es oponerse al aborto.
Mientras Trump desafía el proceso electoral y hace llamados a sus seguidores a «vigilar el fraude», la presión también se siente en los tribunales. En Philadelphia, un juez acaba de abrir una audiencia sobre la demanda que busca detener los sorteos de Elon Musk, dueño de X, entre votantes de estados clave, los cuales se consideran un intento por sesgar el voto.
Con ambos candidatos recorriendo el país en maratón, y un electorado dividido y a la expectativa, la noche del 5 de noviembre podría no solo decidir la presidencia, sino abrir una nueva etapa de litigios y acusaciones.
