El Zoológico de Barranquilla anunció la triste noticia del fallecimiento de Chucho, el carismático oso de anteojos (Tremarctos ornatus) que había sido trasladado desde Manizales en junio de 2017.
La preocupación por la salud de Chucho había aumentado en los últimos días, cuando Corpocaldas informó sobre problemas en su alimentación y programó un procedimiento de urgencia para evaluar una herida en su boca. Sin embargo, durante este procedimiento veterinario, que tenía como objetivo tomar muestras y evaluar su condición médica, Chucho sufrió un paro cardiorrespiratorio fatal y falleció a las 8:45 de la mañana.
El equipo médico que lo atendió confirmó que Chucho presentaba masas con apariencia maligna en su tracto respiratorio superior, específicamente en el cornete nasal derecho. Esta preocupante condición sugiere la posibilidad de metástasis en el pulmón y masas en otros órganos, que podrían o no estar relacionados con el mismo tipo de cáncer.
Los recuerdos de Chucho incluyen su amor por nadar en la piscina de su recinto y su gusto por alimentos como la mazorca, la sandía y su colada de frutas, que consistía en plátano, sandía, papaya y avena.
Chucho llegó a la Reserva Río Blanco de Manizales en 1998 procedente de la Reserva La Planada en Nariño, junto a una hembra llamada Clarita, quien lamentablemente falleció en 2010 debido a un cáncer de útero. Durante 22 años, Chucho se convirtió en un habitante icónico de la capital de Caldas. Sin embargo, el 16 de junio de 2017, fue trasladado al Zoológico de Barranquilla debido a preocupaciones sobre su bienestar en la zona y la falta de una alimentación adecuada, un hábitat óptimo y el contacto con otros animales de su especie.