El precandidato presidencial Sergio Fajardo presentó una declaración en la que expone su diagnóstico sobre el panorama político del país y los efectos de la polarización en la vida nacional. Según afirmó, tras recorrer diversas regiones y sostener múltiples conversaciones este año, percibe una Colombia distinta, marcada por divisiones, malestares, frustraciones e incertidumbre.
Fajardo sostuvo que la polarización se intensificó desde 2016, a raíz del proceso del plebiscito, y añadió que, desde entonces, ha alcanzado niveles que califica como sin precedentes. En su análisis, este fenómeno tuvo como una de sus primeras consecuencias la elección de Iván Duque en 2018. Más adelante —señaló— se profundizó con el estallido social de 2021 y desempeñó un papel determinante en la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia. En su declaración, afirmó que hoy el país está “agotado”.
El precandidato advirtió que uno de los principales riesgos es que Colombia permanezca atrapada en un escenario de polarización, que describió como el terreno preferido por los extremos políticos, debido a que divide a la ciudadanía en bandos enfrentados y agudiza la confrontación. Frente a esto, planteó que el país requiere una política “pragmática”, orientada a resolver problemas acumulados, con capacidad de unir y de enfrentar las desigualdades sociales y regionales. Además, señaló la necesidad de garantizar la seguridad reclamada en diversas zonas del territorio y de demostrar que es posible derrotar la corrupción y fortalecer una cultura ciudadana que favorezca la convivencia.
Fajardo manifestó que la situación nacional exige un gobierno que represente no solo a quienes se identifican con el centro político, sino también a sectores moderados de la izquierda y la derecha, con disposición para construir acuerdos y consensos básicos alrededor de un “nuevo relato de futuro”. En este sentido, indicó que, aunque el centro existe, no es suficiente, y que se requiere una “nueva mayoría”.
Su propuesta, afirmó, se fundamenta en la convicción de que el futuro del país no se debe construir bajo la lógica de “unos contra otros”. Indicó que los colombianos no deben considerarse enemigos entre sí y que los verdaderos adversarios son la corrupción, los radicalismos, los odios, las venganzas, el lenguaje violento y la violencia criminal que afecta a distintas regiones. Agregó que su búsqueda incluirá personas “de todos los colores y pensamientos” que quieran enfrentar estos desafíos, con la condición del respeto a la institucionalidad y a la Constitución, a la que definió como el pacto social del país.
En su declaración, Fajardo afirmó que las consultas no son el camino adecuado, puesto que, en su criterio, terminan por favorecer a los extremos y generar divisiones adicionales, dejando al centro “estrangulado”. Expresó respeto por quienes participarán en estos mecanismos, y reconoció que cada proyecto tiene intereses propios, pero insistió en que existen alternativas para promover la unión. Destacó que el desafío consiste en identificar a la persona que pueda sumar apoyos y conformar una nueva mayoría capaz de disputar y ganar una eventual segunda vuelta presidencial frente a cualquier extremo, y a la vez convocar a la “mayoría silenciosa”.
Fajardo aseguró que su proyecto político “está más fuerte que nunca” y que, según dijo, las experiencias pasadas han dejado aprendizajes. Indicó que tanto en las calles como en encuestas —las cuales mencionó sin detallar— ha encontrado respaldo que, en su lectura, demuestra que su sector es el único con posibilidad de derrotar a los extremos. Planteó la necesidad de conformar una nueva coalición política, social y territorial para superar lo que definió como un escenario de caos derivado de las posturas extremas, y reiteró su intención de representar dicha coalición. Concluyó señalando que las puertas están abiertas para construir ese esfuerzo conjunto e invitando a avanzar con su propuesta.








