Más de 18 exministros y exviceministros de Salud emitieron una carta en la que advierten sobre el inminente colapso del sistema de salud del país.
Según el grupo, el sistema finalizará 2024 en condiciones adversas, debido a una serie de problemas financieros y estructurales que afectan la atención a los pacientes, especialmente aquellos con enfermedades crónicas o huérfanas.
En la misiva, los exfuncionarios señalan que miles de pacientes han perdido el acceso a tratamientos médicos esenciales, lo que ha provocado un aumento significativo de quejas formales, tanto a través de PQRS como de tutelas, con un incremento superior al 30% y el 40% en comparación con el año anterior.
Esta situación refleja un problema mayor: la falta de recursos y la desfinanciación del sistema de salud, lo que ha afectado gravemente el acceso oportuno a los servicios médicos.
Uno de los indicadores más críticos mencionados en la carta es el cierre de más de 1.200 IPS en 2024 y la clausura definitiva de más de 3.000 servicios médicos. Además, las intervenciones de la Superintendencia Nacional de Salud sobre varias EPS han puesto de manifiesto un déficit patrimonial superior a los 7,5 billones de pesos.
De acuerdo con los expertos, la desfinanciación de la Unidad de Pago por Capitación (UPC) y el presupuesto máximo podría generar un déficit superior a los 5,5 billones de pesos para finales de 2024.
Los exministros también expresaron su descontento con el manejo del Gobierno, especialmente con el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. Critican la actitud del Ejecutivo de evadir responsabilidades y tergiversar la realidad, obviando los logros alcanzados en las últimas tres décadas, cuando la cobertura del sistema pasó del 23% al casi 100% de la población, y la financiación pública se duplicó, pasando del 2.6% al 5.8% del PIB.
El grupo de exfuncionarios también cuestionó la reforma de salud presentada por el Gobierno en el Congreso, argumentando que no aborda los problemas estructurales del sistema.
En su opinión, si se sigue con la misma línea, la crisis podría profundizarse aún más en 2025. Insisten en la necesidad de un diálogo abierto y basado en la evidencia para encontrar soluciones que aseguren la sostenibilidad del sistema de salud y el bienestar de los colombianos.