jueves, julio 17, 2025
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(ESPECIAL) Recordando las seis veces que el hombre viajó a la Luna. Las misiones que marcaron la historia y los planes para volver

Tras 56 años del primer viaje exitoso a la luna, muchos no saben o han olvidado que no fue la única vez y que entre 1969 y 1972, el hombre pisó la Luna seis veces, todas bajo la bandera de las misiones Apolo de la NASA. Fue un periodo breve, pero de un valor científico y simbólico, que sigue vigente más de medio siglo después. Desde entonces, ningún ser humano ha vuelto a dejar huellas en la superficie lunar, aunque los planes para regresar ya están en marcha con nuevos actores, intereses y tecnologías.

Esta ausencia de viajes y de no volver al satélite natural de la Tierra, ha generado cientos de historias de fantasía y muchas de negación en las que se pone en duda si en realidad el hombre fue o no a la Luna. Si lo hizo, preguntan, ¿por qué no ha vuelto? Entre preguntas y teorías conspirativas avanzan nuevos proyectos de regreso.

Apolo, un programa que definió una era

El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong descendió del módulo lunar Eagle y se convirtió en el primer ser humano en pisar la Luna, seguido por Buzz Aldrin, mientras Michael Collins orbitaba en soledad en el módulo de comando. El Apolo 11 cumplía la promesa del presidente John F. Kennedy y cerraba una década de carrera espacial impulsada por la tensión de la Guerra Fría.

Lo que siguió fueron cinco misiones más con alunizajes exitosos, cada una aportando nuevos descubrimientos:

  • Apolo 12 (noviembre de 1969): Charles Conrad y Alan Bean alunizaron con precisión a metros de la sonda Surveyor 3, demostrando la capacidad de aterrizaje controlado. Recogieron muestras y partes de la sonda para estudiar el efecto del ambiente lunar en los materiales.
  • Apolo 14 (febrero de 1971): Alan Shepard y Edgar Mitchell aterrizaron en la región de Fra Mauro, objetivo frustrado de la fallida misión Apolo 13. Shepard, en un momento que captó la atención global, golpeó una bola de golf en la superficie lunar.
  • Apolo 15 (julio de 1971): David Scott y James Irwin llevaron por primera vez un vehículo lunar, el rover, permitiendo explorar mayores distancias y recolectar 77 kg de rocas, muchas de ellas de relevancia científica por su antigüedad.
  • Apolo 16 (abril de 1972): John Young y Charles Duke exploraron las Tierras Altas de Descartes, confirmando evidencias de antiguos procesos volcánicos en la Luna.
  • Apolo 17 (diciembre de 1972): Eugene Cernan y Harrison Schmitt, el primer geólogo en la Luna, realizaron tres caminatas extravehiculares y recolectaron más de 110 kg de muestras. Cernan se convirtió en el último hombre en dejar huellas en la superficie lunar hasta hoy.
Traje utilizado por los astronautas de la última misión a la Luna. Expuesto en Cabo Cañaveral. Foto: IFMNOTICIAS

En total, 12 astronautas caminaron sobre la Luna. Las misiones recolectaron 382 kg de rocas y muestras, instalaron experimentos que ayudaron a entender la estructura lunar y su historia geológica, y permitieron comprobar que la humanidad podía superar desafíos técnicos y logísticos impensados en la época.

Riesgos y dificultades detrás del logro

Lograr alunizar no fue un camino simple. Cada misión enfrentó riesgos elevados, desde el despegue del Saturn V hasta el descenso lunar, el despegue de regreso y la reentrada a la atmósfera terrestre.

El ejemplo más recordado es el Apolo 13, que no pudo alunizar por una explosión en un tanque de oxígeno. La tripulación sobrevivió gracias a la pericia de los astronautas y del equipo en Houston, usando el módulo lunar como “bote salvavidas” para regresar a salvo a la Tierra.

Interior del módulo Lunar Eagle. Espuesto en Cabo Cañaveral. Foto: IFMNOTICIAS

Incluso en la histórica misión Apolo 11, Neil Armstrong tuvo que tomar control manual del módulo lunar para evitar un área rocosa durante el descenso, aterrizando con menos de 30 segundos de combustible restante.

Las misiones también debían lidiar con la radiación solar, temperaturas extremas, el polvo lunar abrasivo y la necesidad de mantener sistemas de soporte vital en condiciones de vacío y microgravedad.

¿Por qué no se regresó a la Luna?

Tras el éxito de Apolo 17, las misiones Apolo 18, 19 y 20 fueron canceladas por falta de presupuesto y cambios de prioridades en Estados Unidos. El costo promedio de cada misión era elevado, y la opinión pública consideraba que el objetivo de “llegar a la Luna antes de que terminara la década” ya se había cumplido.

Módulo de servicio de las misiones Apollo. Expuesto en Cabo Cañaveral. Foto: IFMNOTICIAS

La NASA redirigió su enfoque hacia la construcción de estaciones espaciales y el desarrollo del Transbordador Espacial, mientras los intereses políticos internos y la crisis económica del momento redujeron la presión por mantener vuelos lunares regulares.

La Luna dejó de ser una prioridad mientras la exploración científica se desplazaba hacia sondas planetarias y telescopios espaciales y la participación privada en proyectos espaciales interplanetarios.

El regreso: Artemis y el nuevo interés lunar

Hoy, la Luna vuelve a estar en el centro de la exploración espacial con el programa Artemis de la NASA, que proyecta enviar una misión tripulada a la superficie lunar en esta década, incluyendo a la primera mujer y al próximo hombre en caminar sobre ella.

El objetivo de Artemis no es solo alunizar, sino establecer una presencia sostenible que permita utilizar la Luna como plataforma de ensayo para futuras misiones a Marte. Para ello, se planea construir la estación Gateway, una plataforma en órbita lunar que servirá como punto de tránsito para descender y despegar desde la superficie.

Vehículo lunar utilizado en las misiones lunares Apollo. Expuestos en Cabo Cañaveral. Foto: IFMNOTICIAS

China, con su programa Chang’e, ha realizado tres misiones no tripuladas y robotizadas exitosas, incluida la recolección de muestras en 2020, y proyecta enviar sus primeras misiones tripuladas en la década de 2030. China se convirtió en el primer país en llegar al lado oscuro de la luna. Rusia también ha manifestado interés en regresar a la Luna, mientras empresas privadas como SpaceX, Blue Origin y Astrobotic trabajan en sistemas de transporte y módulos de aterrizaje para apoyar la nueva era de exploración lunar.

El regreso a la Luna se motiva, además, por el interés en investigar el uso de recursos locales, como el agua atrapada en los polos lunares, que podría convertirse en oxígeno y combustible, reduciendo los costos de futuras misiones interplanetarias.

Un legado que sigue inspirando

Las seis misiones que llevaron al hombre a la Luna dejaron más que huellas en el polvo gris del satélite. Fueron la demostración de que la cooperación, la ingeniería y la voluntad política podían hacer posible lo que se consideraba imposible. Impulsaron avances en materiales, computación, telecomunicaciones y medicina, muchos de los cuales impactan aún la vida cotidiana.

Trajes espaciales utilizados en las misiones lunares Apollo. Expuestos en Cabo Cañaveral. Foto: IFMNOTICIAS

A medio siglo de aquella primera huella, la humanidad vuelve a mirar a la Luna no como un trofeo de la carrera espacial, sino como un laboratorio cercano para entender el sistema solar y como una etapa necesaria para aspirar a viajar a Marte.

Las imágenes de Armstrong bajando la escalera del Eagle, de Cernan despidiéndose de la superficie lunar y de las banderas ondeando en la atmósfera inexistente, siguen recordando que, aunque costoso y desafiante, el impulso de explorar y superar límites permanece como uno de los motores más poderosos de la humanidad.

Y aunque han pasado 56 años desde el último paso de un ser humano sobre la Luna, el próximo podría estar más cerca de lo que muchos piensan.

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