La Iglesia católica entró oficialmente este miércoles 7 de mayo en uno de sus momentos más trascendentales: el inicio del cónclave que definirá al nuevo Papa, tras la muerte del papa Francisco.
Con una solemne misa celebrada a las 10:00 a. m. (hora local) en la Basílica de San Pedro, el Colegio Cardenalicio abrió formalmente el proceso de elección del pontífice número 267. La eucaristía Pro Eligendo Pontifice fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio, en presencia de los 133 cardenales electores que tienen la responsabilidad de elegir al nuevo líder de los católicos.
Miles de fieles colmaron la Plaza de San Pedro, como lo hicieron el pasado 26 de abril durante el funeral del papa Francisco, esta vez para acompañar un evento que marcará el rumbo de la Iglesia en medio de un mundo convulsionado.
Durante la homilía, el cardenal Re subrayó la gravedad del momento. “Estamos aquí para invocar el auxilio del Espíritu Santo, para implorar su luz y su fuerza, a fin de que sea elegido el Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia”, dijo.
En su mensaje, recordó que el amor “es lo único que puede salvar al mundo” y destacó que uno de los desafíos centrales del próximo Papa será fortalecer la comunión interna en la Iglesia: entre cristianos y Cristo, entre obispos y el pontífice, y entre los mismos obispos. “No una comunión autorreferencial”, recalcó.
Finalizada la misa, los cardenales se dirigieron a la Capilla Paulina para una oración privada y posteriormente a la Capilla Sixtina, donde a las 4:30 p. m. comenzó el ingreso de cada purpurado. Allí realizaron el juramento previo al Extra omnes, el momento que marca el cierre de puertas y el inicio del cónclave, uno de los eventos más herméticos de la Iglesia.
La gran incógnita ahora es quién será elegido como nuevo pontífice. El panorama es incierto: analistas vaticanistas coinciden en que se trata de un cónclave abierto, sin un favorito claro, tras un pontificado marcado por las reformas del papa Francisco, que generó tanto entusiasmo como divisiones internas.
La primera votación se realiza este mismo miércoles. Si no se alcanza la mayoría requerida de dos tercios, el proceso continuará el jueves 8 de mayo con cuatro rondas de votación: dos en la mañana y dos en la tarde. La señal esperada será la fumata blanca que anunciará al mundo la elección del nuevo Papa.
