Las autoridades chinas arrestaron a seis personas y abrieron investigaciones disciplinarias contra al menos 27 funcionarios tras un caso de intoxicación masiva en un jardín infantil en la provincia de Gansu.
En este sentido, más de 230 niños resultaron afectados por el consumo de alimentos contaminados con pigmento industrial no apto para el consumo humano.
De acuerdo con un informe publicado por el comité del Partido en Gansu, el incidente ocurrió a comienzos de este mes y representa uno de los peores escándalos recientes relacionados con la seguridad alimentaria en instituciones educativas del país.
La investigación reveló múltiples fallas en los controles de seguridad, intentos de encubrimiento, sobornos a responsables y manipulación de pruebas de laboratorio.
Según el informe, la directora del jardín infantil en la ciudad de Tianshui buscaba atraer más matrículas mejorando la apariencia de los alimentos que se ofrecían a los menores. Para ello, el personal de cocina adquirió en línea colorantes industriales, a pesar de que el empaque indicaba claramente que no eran aptos para el consumo. Uno de los pigmentos empleados contenía niveles de plomo 400.000 veces superiores al límite legal permitido.
Inicialmente, 235 niños fueron hospitalizados tras presentar síntomas como dolor estomacal, náuseas y cambios en el color de los dientes. Pruebas posteriores confirmaron niveles elevados de plomo en la sangre de 247 personas, entre ellos estudiantes, profesores y directivos.
En este contexto, las seis personas detenidas, incluida la directora, enfrentan cargos por servir alimentos tóxicos de manera consciente.
El informe concluyó que hubo errores y negligencias en casi todas las etapas del proceso, desde la adquisición de los productos hasta la atención médica y la gestión institucional de la emergencia.
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