Si bien la Alcaldía de Medellín rechazó los hechos violentos presentados el domingo en el estadio Atanasio Girardot, previo al partido entre Atlético Nacional y América de Cali, que dejaron varias personas lesionadas, entre civiles y miembros de la Policía Nacional, también es cierto que se ha visto comprometida su imparcialidad para manejar el asunto.
Es importante recordar que en la tarde del lunes se realizó la reunión de la Mesa de Convivencia, Comodidad y Seguridad del Fútbol, donde se confirmó que el partido del próximo jueves por Copa Libertadores, frente al Melgar del Perú, no se jugará en el estadio Atanasio Girardot; es como si la Administración Distrital estuviera expulsando al más veces campeón de Colombia de su propia casa.
«Quiero informar que se ha tomado una decisión concertada con la mesa del fútbol. No se juega el jueves en la ciudad de Medellín, porque no hay las garantías para poder jugar en paz y que no ocurra lo del domingo», señaló el alcalde encargado de Medellín, Óscar Hurtado Pérez.
Ante estas declaraciones, algunos hinchas y ciudadanos cuestionaron la actitud de la administración con la siguiente pregunta: ¿acaso las garantías no las debe dar la misma Alcaldía?
Atlético Nacional sigue reunido en la mesa del fútbol
De acuerdo con información oficial, durante la reunión, la alcaldía propuso crear espacios de diálogo, incluso con presencia de otras organizaciones, para garantizar que se pueda llegar a acuerdos y resolver los conflictos. Igualmente se propuso a los directivos del Atlético Nacional y a la barra Los Del Sur, dialogar y llegar a acuerdos que les permita mantener relaciones armónicas, pero hasta ahora, no hay consensos.
A esta hora avanza en la Alcaldía de Medellín una nueva reunión de la Mesa de Convivencia, Comodidad y Seguridad del Fútbol de Medellín, con la presencia de representantes de las diferentes dependencias de la Administración Distrital, la Personería, directivos del Deportivo Independiente Medellín, las barras Los Del Sur y Rexixtencia Norte, representantes del Ministerio del Interior y representantes del Atlético Nacional (estos últimos de manera virtual).
Vale la pena destacar que con la coyuntura actual, salieron a relucir presuntos intereses políticos de Daniel Quintero, algunos de sus funcionarios y líderes de Los Del Sur que estarían generando el conflicto como una retaliación no solo contra el Club Atlético Nacional, sino directamente contra la organización Ardila Lule.
