El expresidente Ernesto Samper, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, envió una carta al presidente Gustavo Petro el pasado 17 de diciembre, en la cual propuso establecer un nuevo marco para las relaciones entre Colombia y Venezuela.
El mensaje coincide con la conmemoración de la muerte de Simón Bolívar y se enfoca en la necesidad de fortalecer la relación bilateral en un contexto de no injerencia y neutralidad ideológica.
En la misiva, Samper sugirió que el relacionamiento con el próximo gobierno venezolano, que sería liderado por Nicolás Maduro a partir de enero de 2025, debería centrarse en principios de respeto mutuo entre Estados. Según el expresidente, es fundamental evitar «tomar partido por alguno de los extremos de la polarización ideológica que hoy divide la opinión pública en los dos países».
Samper destacó que la relación entre Colombia y Venezuela debe basarse en los lazos históricos y sociales que unen a ambas naciones. Entre las prioridades planteadas, resaltó la importancia de garantizar el bienestar de los tres millones de migrantes venezolanos en Colombia y de los dos millones de colombianos residentes en Venezuela. Además, se refirió a las necesidades de los habitantes de la extensa frontera compartida entre los dos países.
En términos económicos, el expresidente subrayó los beneficios del restablecimiento comercial, señalando que el intercambio bilateral ya se acerca a un billón de dólares. También mencionó la relevancia estratégica de garantizar el suministro de gas natural y de fortalecer los procesos de Paz Total que actualmente cuentan con Venezuela como país garante.
Samper propuso que el nuevo marco incluya garantías para los derechos de la oposición venezolana y promueva un acuerdo nacional que permita avanzar hacia un reequilibrio constitucional de poderes en ese país. También hizo un llamado a preservar el rol de facilitador que ha desempeñado el gobierno de Petro en el acercamiento entre Venezuela y Estados Unidos.
El expresidente resaltó la importancia de eliminar las sanciones internacionales impuestas a Venezuela por Estados Unidos y la Unión Europea, argumentando que estas profundizan la crisis migratoria y afectan la gobernabilidad democrática.
Samper replicó sus declaraciones a través de su cuenta en X, destacando que las relaciones entre Colombia y Venezuela deben desarrollarse entre Estados y no entre gobiernos. En su publicación, reiteró que este nuevo enfoque debería seguir principios como los de la Doctrina Estrada de México, basada en la no injerencia en los asuntos internos de otros países.
El expresidente concluyó su mensaje señalando que este renovado marco de relaciones podría beneficiar a ambos países en aspectos sociales, económicos y políticos, al tiempo que promovería una gestión más equilibrada en el escenario internacional.
