La reciente publicación de la carta enviada por el exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán, al presidente Gustavo Petro ha generado una oleada de reacciones tanto en escenarios institucionales como en las redes sociales. La misiva, en la que Leyva hace referencia directa a una supuesta adicción del mandatario a sustancias psicoactivas, ha servido de punto de partida para revivir dos episodios ampliamente comentados en la opinión pública: uno ocurrido en Bogotá, relacionado con un aparente ingreso a la Fundación Santa Fe, y otro en París, durante una visita oficial del mandatario a Francia. En los dos, las narrativas cuestionadas son sus hijas a quien habría utilizado para componer sus historias y ocultar presuntos episodios e incidentes de drogadicción.
Conversación digital revive caso de la Fundación Santa Fe
En redes sociales, especialmente en plataformas como X, ha vuelto a circular el relato de un episodio que tuvo lugar en Bogotá, cuando varias camionetas de la Policía Nacional y del esquema de seguridad presidencial llegaron a la Fundación Santa Fe sin una explicación oficial clara. Durante varias horas, la ausencia del presidente Petro generó incertidumbre, mientras desde algunos medios y cuentas digitales se hablaba de una posible emergencia médica vinculada a una presunta sobredosis del mandatario.
Días después, la versión entregada por voceros oficiales fue que el presidente se encontraba visitando a una de sus hijas por un tema de salud menor. No obstante, usuarios en redes sociales cuestionaron la veracidad de esa explicación, tildándola de forzada e inconsistente. El episodio fue olvidado mediáticamente, pero hoy vuelve a ser discutido a la luz de las afirmaciones contenidas en la carta de Leyva. Los internautas cuestionan si la FSFB mintió para encubrir al presidente.
Desaparición en París también entra en foco
El segundo hecho que ha cobrado notoriedad en las últimas horas es el episodio ocurrido durante una visita oficial de Gustavo Petro a París. Según relata Álvaro Leyva en su carta, el mandatario estuvo inubicable durante dos días completos, sin informar a su comitiva ni a las autoridades anfitrionas sobre su paradero. De acuerdo con el exministro, luego pudo confirmar que el presidente no se encontraba en un lugar oficial, ni acompañado por su equipo diplomático, sino en un entorno non sancto en el que pudo constatar el problema de adicción a las drogas del presidente, asunto que no ha podido solucionar.
En su momento, desde la Presidencia y otras entidades del Estado se justificó la ausencia del presidente con versiones públicas según las cuales se encontraba visitando a su hija, también residente en la capital francesa. Otra explicación que se hizo pública fue la de condiciones climáticas que habrían retrasado el retorno del mandatario. Sin embargo, la carta de Leyva pone en duda estas versiones y abre el interrogante sobre si algunas instituciones incurrieron en falsedad en documento público al suscribir comunicados que habrían encubierto la realidad.
Debate sobre uso de figuras familiares en explicaciones oficiales
Ambos episodios, tanto el de Bogotá como el de París, tienen un elemento en común que ha sido ampliamente discutido: la mención reiterada de las hijas del presidente como parte de las explicaciones oficiales. Tanto desde redes sociales como desde sectores de la oposición política, se ha planteado la inquietud sobre una posible instrumentalización de figuras familiares para justificar episodios controvertidos, sin pruebas concluyentes sobre las verdaderas circunstancias.
Estas preocupaciones han sido amplificadas tras la carta de Leyva, quien perteneció al primer círculo de confianza del presidente. La seriedad de las afirmaciones del excanciller ha provocado llamados desde distintos sectores para que se investiguen a fondo estos hechos y se garantice transparencia en la comunicación de asuntos que involucran al primer mandatario.
Llamado a esclarecer los hechos y preservar la institucionalidad
Mientras se profundizan las discusiones tanto en escenarios digitales como en medios de comunicación tradicionales, crece la presión para que se esclarezcan los episodios mencionados en la carta. Expertos en derecho constitucional han comenzado a hablar sobre posibles responsabilidades institucionales si se comprueba que hubo encubrimiento u omisión de información relevante sobre el estado de salud del presidente.
Por ahora, ni la Presidencia de la República ni funcionarios del gabinete han emitido una respuesta directa a las afirmaciones contenidas en la misiva de Leyva. Sin embargo, el debate sigue creciendo y plantea un nuevo desafío en materia de transparencia, confianza institucional y comunicación oficial en el ejercicio del poder.