El presidente Gustavo Petro propuso a Venezuela una colaboración directa para enfrentar al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y reducir la violencia en la región del Catatumbo, Norte de Santander, escenario de una escalada de violencia que ha dejado más de 80 muertos y 38.600 desplazados en lo que va del año.
«Solo basta ir a la práctica juntos. Martillo y yunque. Que no desfallezca el martillo, que se endurezca el yunque», escribió Petro en respuesta a un comunicado de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que manifestó su rechazo a la crisis. de seguridad en esta zona fronteriza.
El presidente subrayó que el narcotráfico, financiador de la violencia en el Catatumbo, afecta tanto a colombianos como a venezolanos, y que un trabajo conjunto es esencial para contener su impacto: «El narcotráfico mata venezolanos, colombianos y haitianos por millas, y el dinero que financia esa masacre nace de los campos de hoja de coca del Catatumbo, y su destino es el estado de la Florida en EE.UU.», afirmó.
La cooperación planteada por Petro se produce en medio de tensiones tras las declaraciones de un parlamentario venezolano, quien relacionó la decisión de Colombia de llevar el caso del ELN al Consejo de Seguridad de la ONU con una posible intervención internacional en Venezuela. Petro rechazó enfáticamente esa interpretación y aclaró que la medida obedece a compromisos derivados del acuerdo de paz con las FARC de 2016.
El mandatario afirmó que los recientes actos del ELN, incluyendo asesinatos, desplazamientos y secuestros de firmantes de paz y sus familias, constituyen violaciones graves a los derechos humanos y delitos internacionales. Según Petro, estos hechos refuerzan la necesidad de una acción coordinada con Venezuela.
Reunión de ministros de Defensa
En este contexto, el ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, sostuvo un polémico encuentro con su homólogo venezolano, Vladimir Padrino, en San Cristóbal, Venezuela.
La reunión fue objeto de críticas debido a que Padrino enfrenta acusaciones de narcotráfico en Estados Unidos, donde se ofrece una recompensa de hasta 15 millones de dólares por su captura. Las imágenes de ambos ministros estrechándose las manos generaron controversia en redes sociales y reacciones de la oposición colombiana.
El congresista Andrés Forero calificó el encuentro como una muestra de “indignidad”, mientras que la senadora Paola Holguín cuestionó cualquier posibilidad de diálogo con un funcionario señalado de conspiración para el tráfico de cocaína.
Las críticas también vinieron del exministro Wilson Ruíz, quien recordó el monto de recompensa que ofrece Estados Unidos por Padrino.
La política de “paz total” del mandatario enfrenta críticas por no haber logrado frenar la violencia, que se ha intensificado en varias regiones del país.
La oposición sostiene que esta estrategia ha permitido que las organizaciones ilegales se fortalezcan, mientras que la comunidad internacional sigue de cerca los desarrollos en una zona que se mantiene como epicentro del conflicto armado en Colombia.
Así mismo, cuestionan el acercamiento del Gobierno Petro a un régimen señalado internacionalmente por violaciones de derechos humanos y vínculos con el narcotráfico.
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