Una reciente encuesta realizada por la firma Invamer, encargada por el empresario Carlos Mejía a través de su empresa Creadorxs SAS, levantó controversia por los resultados que presentan y las sospechas sobre su imparcialidad.
El estudio, cuyo objetivo declarado es conocer la percepción de la ciudadanía sobre Miguel Uribe Turbay, precandidato del Centro Democrático, fue duramente cuestionada por diversos sectores de la política y la opinión pública, al incluir cifras que parecen inverosímiles.
Invamer: Miguel Uribe el favorito del Centro Democrático
La encuesta destaca el buen desempeño de Miguel Uribe Turbay dentro de su propio partido, superando por amplio margen a otros precandidatos. Según los resultados, Uribe Turbay obtiene un contundente 43,8 % de intención de voto frente al 23,3 % de María Fernanda Cabal, su principal competidora dentro del Centro Democrático. En el listado, le siguen Andrés Guerra (8,3 %), Paloma Valencia (7,8 %) y Paola Holguín (0,8 %).
El caso Petro: un 1,5 % que no se cree
Sin embargo, lo que más ha sorprendido de esta encuesta es el resultado relacionado con la figura del presidente Gustavo Petro. A pesar de que las encuestas recientes indican una aprobación del mandatario que oscila entre el 40% y el 53%, la encuesta de Invamer le otorga un sorprendente 1,5% de intención de voto en un posible escenario de reelección.
Este dato resulta contradictorio con los resultados de otras firmas encuestadoras, lo que ha generado más dudas sobre la fiabilidad de la encuesta.
De acuerdo con el estudio, Petro ocupa una de las últimas posiciones en la lista de posibles candidatos, solo superado por el canciller Luis Gilberto Murillo, quien obtiene el 1,4 %.
Este resultado contrasta fuertemente con otros sondeos, como el de SEMANA, donde Miguel Uribe Turbay apenas registra un 0,7% de intención de voto, mucho más bajo que el de otros aspirantes del Centro Democrático.
Las reacciones políticas: críticas a las encuestas pagadas
La publicación de estos resultados ha desencadenado una serie de reacciones en el ámbito político. La senadora Paloma Valencia fue tajante al expresar su desaprobación: “Me parece grotesco el despilfarro de recursos en las precampañas a la Presidencia, aun en campaña. Para mí, la política será siempre el ejercicio de propuestas y de conexión con la ciudadanía. Tienen tanta plata que hasta pagan encuestas en las que se nota quién las paga”, indicó a través de su cuenta de X.
Por su parte, Valencia y la senadora María Fernanda Cabal se unieron en un video en el que manifestaron su inconformidad con las encuestas, calificándolas de manipuladas y de poner en entredicho la ética del partido.
«Queremos manifestar nuestra inconformidad en la publicación de encuestas pagadas con ventajas que están, obviamente, en entredicho, cinco días antes del gran foro de precandidatos del Centro Democrático en Barranquilla. Esto es actuar a lo Guanumen. Están corriendo la línea ética de un partido que se ha caracterizado por hacer política con ideas, con servicio a la comunidad, dando todas las batallas para defender nuestra democracia», afirmaron.
Las críticas se extendieron más allá de los resultados, cuestionando el uso de los recursos empresariales en la política y la presunta intención de posicionar a Uribe Turbay a toda costa, al estilo de otras campañas en Latinoamérica que han sido acusadas de manipulación mediática.
La encuesta de Invamer ha abierto un debate crucial sobre la transparencia de las encuestas pagadas y su influencia en la política nacional.
