Durante la instalación de la nueva legislatura del Congreso, el presidente Gustavo Petro dedicó un extenso tramo de su intervención a exponer cifras sobre la salud pública en el país, destacando una reducción en la mortalidad infantil por desnutrición y atribuyendo ese resultado a las estrategias del ministro Guillermo Alfonso Jaramillo.
En medio del acto protocolario, el mandatario solicitó al Congreso un aplauso para el ministro, a quien calificó como uno de sus funcionarios más antiguos y cercanos.
“Quiero que se pare el ministro Jaramillo, porque lo quiero aplaudir. Usted implementó el sistema preventivo que tuvimos en la Alcaldía de Bogotá, y por eso tenemos la experiencia”, dijo el presidente, deteniendo su discurso ante los congresistas para rendirle un reconocimiento público.
El gesto presidencial se dio en medio de los señalamientos que ha recibido Jaramillo por la situación del sistema de salud. Petro hizo referencia a las acusaciones públicas contra el ministro, incluyendo las que lo responsabilizan por omisiones que habrían derivado en muertes evitables, especialmente de menores. “Acusaron a mi ministro de ser homicida por omisión, que causaba miles de muertes de niños. Eso es increíble”, afirmó el mandatario ante el pleno.
Aunque no lo mencionó directamente, Petro aludió a recientes declaraciones del magistrado saliente de la Corte Constitucional, José Fernando Reyes, quien en una intervención pública cuestionó la responsabilidad del Estado, y en particular del Ministerio de Salud, frente a las muertes que han ocurrido en medio de las dificultades del sistema.
“¿Qué deberían hacer las personas ahora vestidas de luto? Cuando se enteren que quizá la pérdida de su ser querido tuvo más razones que su mal estado de salud”, dijo Reyes en su momento, agregando que en derecho penal puede existir responsabilidad si una autoridad tenía la obligación de evitar un resultado y no lo hizo.
La referencia del presidente a estas acusaciones se enmarca en su defensa del enfoque preventivo que, según él, ha sido implementado por Jaramillo desde su paso por la Alcaldía de Bogotá y que ahora lidera desde el Ministerio de Salud. Petro insistió en que la salud en Colombia “va por buen camino” y que los indicadores, aunque no detalló cifras específicas, reflejan una mejora sostenida.
El partido Cambio Radical se pronunció poco después del discurso, señalando que el país necesita soluciones reales ante una crisis sanitaria, no discursos desorganizados. Para esa colectividad, la intervención del presidente en el Congreso omitió aspectos esenciales del debate actual sobre la situación hospitalaria y las necesidades no resueltas de millones de usuarios.
A lo largo de la jornada, el ministro Jaramillo no intervino públicamente, aunque en imágenes oficiales se le observó ponerse de pie al momento del aplauso. Su respuesta se limitó a ese gesto protocolario, mientras el presidente retomaba su exposición sobre políticas públicas en salud.
La instalación del Congreso coincidió con un momento de alta tensión institucional respecto al sector salud. Con reformas en trámite y un sistema cuestionado por entidades médicas, gremios y organismos de control, el pronunciamiento del presidente y su defensa del ministro adquieren relevancia política en el contexto de las discusiones legislativas que se avecinan.