En un ambiente cargado de emoción, esperanza y compromiso social, se celebró hoy la novena versión de Go Baby Go, un evento liderado por el Comité de Rehabilitación de Antioquia. En esta jornada, 30 niños con algún tipo de discapacidad recibieron carritos eléctricos adaptados, herramientas que les permitirán acceder a nuevas formas de juego, movimiento y rehabilitación.
Más de 250 personas participaron en la actividad, entre voluntarios, empresarios, invitados especiales, estudiantes de diferentes universidades, colaboradores del Comité, y por supuesto, los niños beneficiarios y sus familias, quienes con sonrisas y lágrimas de emoción vivieron un día inolvidable. Lo que para muchos es solo un juguete, para estos niños representa un avance en su desarrollo físico, cognitivo y emocional.
Sonia Gallardo, directora del Comité de Rehabilitación de Antioquia, dialogó en exclusiva con IFMNOTICIAS y expresó el valor de este encuentro: “Este año tenemos 30 niños, que gracias a empresas y aliados como ustedes, cada vez son más felices, cada vez logramos impactarlos más. Tenemos 350 voluntarios que están viviendo una experiencia maravillosa porque es la experiencia de entender que pueden transformar el mundo de un niño”, señaló.
Gallardo también explicó que el proceso para llevar a cabo este evento inicia con convocatorias abiertas tres meses antes, tanto para voluntarios como para los niños postulantes. Cada caso es evaluado por el equipo médico del Comité para definir las condiciones y necesidades de los menores. Una vez definidos los perfiles, se organizan equipos de trabajo que preparan los carritos de acuerdo con las características de cada niño.
Los voluntarios provienen de universidades como EAFIT y CES, así como de distintas empresas que se han unido a esta iniciativa. Reciben capacitaciones previas, diseñadas para que el día del evento lleguen completamente preparados para brindar su conocimiento, dedicación y afecto.
Go Baby Go no solo entrega carritos, entrega posibilidades. Cada sonrisa, cada abrazo, cada mirada ilusionada de los niños y sus familias es un recordatorio del poder transformador de la solidaridad.
