Por: Carlos Andrés Echavarría Blandón
Durante la última semana la atención global está en la nueva guerra entre Israel y Palestina, algo que le cayó de perlas al gobierno del presidente Gustavo Petro, porque la ciudadanía no está pendiente de lo que ocurre en el legislativo, en donde están destruyendo el sistema de salud que con tanto esfuerzo se ha convertido en un modelo ejemplar para el mundo y que hoy está en cuidados intensivos.
Prácticamente está sobre ruedas la reforma constitucional al sistema de salud de Colombia. Los partidos políticos que están a favor del gobierno y unos que dicen ser opositores pero que en la realidad apoyan todas las iniciativas del ejecutivo, como, por ejemplo: el partido Liberal, el partido de la U y el partido Verde, tienen casi la mitad del articulado aprobado.
Son muy pocos los “Padres de la Patria” que se toman el tiempo para analizar lo perjudicial del nuevo sistema, incluso, uno de los promotores dice que no le interesa analizar el costo fiscal de la misma, motivo por el cual, demuestra su irresponsabilidad y que muy seguramente la Corte Constitucional fallará en contra de esa ley declarándola inexequible.
Esa sola razón debería darles tranquilidad a los colombianos, pero no, las últimas decisiones de la Corte se han tomado en política y no en derecho. Por ejemplo, la Corte declaró inexequible los decretos para rescatar a la Guajira, pero, considerando que es un asunto de interés nacional, le dieron al gobierno seis meses para que deje de aplicar el decreto. Por lo tanto, siguen los cobros adicionales en las tarifas de energía para financiar el rescate. Además, siguen los nombramientos burocráticos de afiles del gobierno como Alfredo Saade, nuevo director para el manejo de aguas del departamento. Un pastor cristiano nombrado en un puesto meramente técnico, demuestra que lo único que hará el gobierno por la Guajira es seguir desperdiciando recursos sin llevar soluciones reales.
Tres de las mayores EPS del país han lanzado un SOS, que están próximos a la quiebra por la nula entrega de los recursos obligatorios por parte del Estado. Si se llegaré a aprobar una Ley en donde se eliminan las EPS, mientras la Corte la declara inexequible, estás ya habrán desaparecido por quiebra, lo que haría imposible su recuperación en seis meses o un año.
Los colombianos deben entender que el gobierno de Petro es socialista, motivo por el cual, está en contra de cualquier iniciativa privada. Lo más terrible de todo, es que el socialismo también está en contra de la libertad de las personas. Es por eso que el nuevo sistema de salud será coercitivo, las personas tendrán que empadronarse, no podrán elegir la IPS, no podrá adquirir servicios complementarios, solo podrá acceder a las migajas que le quiera dar Carolina Corcho.
El momento fue perfecto, una guerra internacional y un evento electoral interno, así los colombianos no prestan atención a lo realmente importante. Les robaran la salud y la libertad en menos de lo que canta un gallo y ni siquiera se dieron cuenta y por ende, tampoco se defendieron.
