En medio de las afectaciones al orden público derivadas del paro armado de 72 horas decretado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), se conoció el balance de las pérdidas económicas que dejó esta situación para el sector del transporte de pasajeros, especialmente en el departamento de Antioquia.
De acuerdo con la información entregada por los gremios del sector, las pérdidas económicas ascienden a cerca de 3.000 millones de pesos, como consecuencia de la suspensión de rutas interdepartamentales y la reducción en la operación de varias empresas.
Según lo informado, una de las principales afectaciones se registró en las rutas que conectan a Medellín con el departamento del Chocó, así como con regiones como el Eje Cafetero y el departamento de Caldas. La suspensión de estos trayectos se dio ante la falta de garantías de seguridad para los conductores, los pasajeros y los vehículos, lo que obligó a las empresas a detener completamente sus operaciones durante varios días.
Los transportadores indicaron que la suspensión total de las rutas desde Medellín hacia el Chocó y hacia otras regiones del país con destino a Antioquia generó un impacto económico significativo, debido a la imposibilidad de movilizar pasajeros, la cancelación de tiquetes y los costos operativos asociados a la inactividad de los vehículos. Esta situación afectó tanto a las empresas de transporte como a los usuarios que dependen de estos servicios para su movilidad.
Samir Echeverry, director de la Asociación de Transportadores de Pasajeros, explicó que la suspensión de las rutas representó una afectación del 100 % para las empresas que cubren estos trayectos. De acuerdo con el directivo, la imposibilidad de operar durante el paro armado se tradujo en pérdidas directas por concepto de ingresos dejados de percibir, además de gastos fijos que las compañías deben asumir aun cuando los buses no están en circulación.
El impacto del paro armado no se limitó al departamento de Antioquia. Según el reporte de los transportadores, otras de las regiones más afectadas fueron Norte de Santander y la Costa Caribe, donde también se presentaron amenazas, la circulación de panfletos intimidatorios, bloqueos en las vías y la incineración de vehículos. Estas acciones llevaron a la suspensión preventiva de rutas y a la reducción de la operación en varios corredores viales del país.
La operación en Antioquia se mantuvo hacia la mayoría de los municipios, pero cabe indicar que se registraron hechos que afectaron la normalidad del servicio. Uno de los casos reportados fue el de un bus que fue incinerado en el municipio de Valdivia.
No obstante, y con autorización del Ministerio de Transporte, algunos vehículos lograron movilizarse por rutas alternas, entre ellas el corredor Remedios–Segovia–Caucasia, con el fin de garantizar la conexión entre algunas zonas del departamento y minimizar las afectaciones a los usuarios.
