Red Eléctrica descarta un ciberataque y confirma la restauración del 100% de las subestaciones. España ha superado el mayor apagón eléctrico registrado en años, con la recuperación total del sistema reportada oficialmente por Red Eléctrica de España (REE) en la mañana del martes. La red nacional de transporte eléctrico ha confirmado que todas las 680 subestaciones se encuentran nuevamente en funcionamiento. La demanda energética ha alcanzado el 99,95% de los niveles previos al corte, una señal clara de que el país ha retomado la normalidad operativa.
Aunque aún no se ha establecido la causa específica del colapso, las autoridades han descartado categóricamente la posibilidad de un ciberataque o factores climáticos como desencadenantes del incidente. Según REE, el sistema se encontraba en condiciones normales cuando, en un lapso de cinco segundos, se registraron dos eventos eléctricos de gran intensidad que llevaron a una pérdida de generación en el suroeste peninsular. Esta perturbación originó una desconexión automática con Francia y precipitó la caída masiva del sistema.
Una respuesta técnica rápida y coordinada
La recuperación comenzó casi de inmediato tras la interrupción, detectada a las 12:33 del lunes. En un esfuerzo conjunto, Francia y Marruecos activaron sus interconexiones eléctricas con España para proporcionar tensión a regiones estratégicas como Cataluña, País Vasco y Andalucía. A este respaldo externo se sumó la activación de centrales hidroeléctricas nacionales situadas en cuencas como las del Duero, Tajo, Pirineos y Levante. Estas instalaciones, preparadas para iniciar su operación de manera autónoma, fueron fundamentales para iniciar la reactivación del sistema desde distintas “islas energéticas”.
Estas islas, al ir creciendo en estabilidad y conectividad, permitieron la expansión progresiva de la tensión eléctrica hacia el resto del territorio peninsular, siguiendo un modelo de propagación que técnicos de REE compararon con una mancha de aceite. En paralelo, se conectaron centrales de ciclo combinado, que utilizan gas natural y pueden activarse rápidamente, lo que ayudó a estabilizar aún más la red. Las plantas nucleares, que requieren un proceso más prolongado para reiniciar su producción, entrarán progresivamente en servicio, reforzando la capacidad base del sistema.
Infraestructuras no afectadas y primeros análisis
El colapso no afectó a los archipiélagos ni a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, ya que operan con sistemas energéticos aislados del continente. En el caso de Canarias, cada isla actúa como una unidad independiente, salvo Lanzarote y Fuerteventura, que están interconectadas por cable submarino. Esto evitó que el apagón tuviera un alcance aún mayor.
Red Eléctrica ha informado que la identificación precisa de las plantas que fallaron inicialmente está en curso y dependerá de la recepción completa de los datos de los centros de control. Eduardo Prieto, director de servicios para la operación en REE, hizo un llamado a la prudencia y a evitar interpretaciones anticipadas, subrayando que el análisis técnico completo podría demorar varios días.
Exigencias políticas e investigaciones en curso
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solicitó una investigación exhaustiva sobre el suceso durante una reunión del Consejo de Seguridad Nacional que contó con la presencia del Rey. Aunque desde el Ejecutivo se ha reiterado la necesidad de no adelantar conclusiones, se ha planteado la hipótesis de una posible sobrecarga del sistema fotovoltaico, aunque esta no ha sido confirmada técnicamente. Expertos han señalado que, si bien la energía solar tiene una presencia relevante en el mix energético español, difícilmente podría haber provocado un colapso de tal magnitud por sí sola.
En paralelo, la Audiencia Nacional ha abierto diligencias propias para investigar los hechos, lo que indica la magnitud e implicaciones institucionales del incidente. El Gobierno ha insistido en que es necesario depurar responsabilidades si se detectaran errores o negligencias en la gestión privada del sistema eléctrico. También se ha solicitado a Red Eléctrica la implementación de nuevas salvaguardas que permitan anticiparse a eventos similares.
Por ahora, el sistema opera con normalidad y se encuentra bajo vigilancia reforzada. La prioridad es garantizar la estabilidad, mientras se esclarecen los motivos de un apagón que, sin haber provocado daños personales ni materiales mayores, ha puesto en evidencia la fragilidad de una red interdependiente y altamente tecnificada.