Independiente Medellín (DIM) dio un paso crucial hacia la final de la Copa Colombia al imponerse por la mínima diferencia (0-1) como visitante ante Envigado FC, en el encuentro de ida de la semifinal disputado en el Polideportivo Sur. Fue una victoria sufrida, pero que sumó igualmente para soñar con una nueva final.
La primera mitad estuvo marcada por el brillo incuestionable del portero local, Juan Pablo Montoya. El guardameta se puso la capa de figura determinante para el equipo de casa, frustrando sistemáticamente los embates del DIM y asegurando que su valla se mantuviera inexpugnable con varias intervenciones de gran categoría.
El guion del partido cambió drásticamente al inicio del complemento. Una acción desafortunada de Didier Palacios resultó en un penal para Medellín y la consecuente expulsión del defensor Naranja, dejando a Envigado con diez hombres en el campo. A pesar de la superioridad numérica, el DIM no logró capitalizar de inmediato: el remate desde los once metros de Leyser Chaverra fue atajado por Montoya, quien se estiró junto a su poste izquierdo para desviar el esférico y mantener la paridad.
El reloj avanzó y, a partir del minuto 80, el equipo visitante intensificó su asedio, buscando constantemente la vía aérea como principal herramienta para desequilibrar. Esta perseverancia dio sus frutos. El único tanto del compromiso llegó a través de esta misma fórmula: un centro cruzado al área desató una secuencia de cabezazos que culminó con Diego Moreno enviando el balón al fondo de la red.
El gol de Moreno, ya sobre el minuto 84, no solo sentenció el marcador, sino que le otorgó al Deportivo Independiente Medellín una ventaja de cara al duelo de vuelta. La llave copera se definirá en el Atanasio Girardot, donde el DIM buscará sellar su pase a la gran final, apoyado por su afición y el impulso de esta victoria tan sufrida como merecida.
