En una encendida explicación, en el programa Nos Cogió la Noche de Cosmovisión, el representante a la Cámara por el Centro Democrático, Óscar Darío Pérez, expuso lo que considera una estrategia electoral del gobierno de Gustavo Petro para asegurar la victoria en las elecciones al Congreso y a la Presidencia en 2026.
Según Pérez, la clave estaría en la baja ejecución presupuestal que el Gobierno Nacional ha manejado a lo largo de su mandato, estrategia que, afirma, se fundamenta en “guardar dinero” destinado a inversión en ministerios y entidades descentralizadas. Este enfoque, según el representante, no sería un caso de ineficiencia, sino una táctica deliberada que se ejecutará en el próximo año, cuando se intensifique la actividad electoral.
Para Pérez, el Gobierno no está invirtiendo con el objetivo de acumular una reserva de miles de millones de pesos que se activarán estratégicamente el año próximo. Esta situación, señala, se evidenciaría en los ministerios y otras entidades clave, donde se retendrían recursos que bien podrían destinarse a inversiones y programas.
El representante subraya que la administración Petro, en vez de ejecutar el presupuesto, impulsa reformas tributarias que, en sus palabras, incrementan aún más esta “reserva” que sería utilizada para obtener apoyo electoral mediante la entrega de subsidios.
Lo que buscan es guardar dinero ahora para, en el momento en que comiencen a calentarse las campañas de 2026, meterlo todo en subsidios, según la explicación de Pérez, refiriéndose al próximo año como el punto de partida de una campaña en la que, asegura, el Gobierno distribuirá recursos en forma de ayudas y subsidios para “ganarse” a la ciudadanía. Según su análisis, esta táctica de “guardar la plata” hasta el último momento permitirá al Gobierno mostrar un aumento repentino en el gasto social y las inversiones en infraestructura, con la finalidad de influir en el electorado en un año decisivo.
El legislador también se refirió a lo que percibe como una acción coordinada en el gobierno para manejar los recursos en función de los resultados electorales. Según Pérez, la estrategia está orientada a que los ciudadanos perciban en el último momento que se está trabajando por ellos, condicionando el voto a cambio de obras visibles y beneficios inmediatos. En su visión, Pérez da a entender que esto podría interpretarse como una forma de “chantaje” político, dado que la ayuda financiera y las obras sociales se concentrarán en los sectores que el gobierno considere electoralmente estratégicos.
Por último, el representante Pérez advirtió que esta estrategia no solo socavaría la equidad en la distribución de los recursos del Estado, sino que podría dejar múltiples proyectos pendientes en el corto plazo, retrasando el desarrollo regional. También destacó la importancia de que el país se mantenga alerta ante esta dinámica presupuestal y que el Congreso y los entes de control vigilen de cerca el cumplimiento de los planes de inversión y de ejecución presupuestal en los distintos ministerios.
La preocupación del Centro Democrático se suma al llamado de varios sectores políticos que cuestionan la forma en que el gobierno actual maneja el presupuesto y alertan sobre las posibles implicaciones de estos retrasos en los próximos comicios. Mientras tanto, la administración Petro asegura que la falta de ejecución se debe a los retos inherentes a la reestructuración de sus programas y la consolidación de su agenda de reformas, descartando que la baja ejecución presupuestal obedezca a una estrategia electoral.