Minutos antes del inicio de la misa que marcó el comienzo oficial de su pontificado, el papa León XIV recorrió por primera vez la plaza de San Pedro a bordo del papamóvil. Durante el trayecto, saludó a las decenas de miles de fieles que se congregaron para acompañarlo en este momento histórico.
En el desarrollo de la ceremonia litúrgica, el nuevo pontífice recibió el palio y el Anillo del Pescador, emblemas que simbolizan la autoridad del obispo de Roma y su misión como sucesor del apóstol Pedro.
Durante su homilía, el papa León XIV hizo un llamado a renovar la misión de la Iglesia: “Construyamos una Iglesia fundada en el amor de Dios y signo de unidad, una Iglesia misionera, que abra los brazos al mundo, que anuncie la Palabra, que se deje perturbar por la historia y se convierta en fermento de armonía para la humanidad”.
Como parte del rito, se proclamó el Evangelio según San Juan en latín y griego, un gesto cargado de simbolismo que reafirma el papel del papa como cabeza de la Iglesia en Occidente y Oriente.