La emergencia provocada por las intensas lluvias en Medellín y varios municipios de Antioquia ha dejado más de 800 familias damnificadas, una persona fallecida y un menor desaparecido. Sin embargo, a pesar de la gravedad de la situación, el Gobierno Nacional, liderado por el presidente Gustavo Petro, no ha desplegado acciones de apoyo ni ha emitido pronunciamientos de solidaridad, lo que ha generado fuertes críticas y preocupación en distintos sectores sociales y políticos.
La administración municipal, bajo la dirección del alcalde Federico Gutiérrez, ha tenido que asumir en solitario la atención de la crisis. Con recursos propios y el respaldo de ciudadanos, empresarios y organizaciones civiles, se han gestionado refugios temporales, recolección de alimentos, frazadas y otros elementos básicos para las familias afectadas. La ausencia de respaldo del Gobierno Nacional ha sido notoria, sin transferencias de recursos ni anuncios de planes de contingencia, dejando toda la carga sobre las autoridades locales y la comunidad.
Ausencia de apoyo y silencio oficial agravan la crisis
La falta de pronunciamientos por parte del presidente Petro y de sus ministros ha sido interpretada como una muestra de indiferencia frente al sufrimiento de las víctimas y damnificados en Medellín. Las críticas señalan que el mandatario, quien ha insistido en su compromiso con las regiones, no ha demostrado sensibilidad ni liderazgo ante una tragedia que exige acciones urgentes. La ausencia de una respuesta institucional refuerza la percepción de que el gobierno Petro no está gobernando para todos los colombianos por igual.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), entidad encargada de coordinar la respuesta ante calamidades, también ha sido objeto de señalamientos por su inacción. Su participación en esta emergencia ha sido prácticamente nula, en medio de recientes escándalos de corrupción que han cuestionado su operatividad. La falta de coordinación entre el gobierno central y las autoridades locales ha dejado a Medellín y a Antioquia desprovistos del acompañamiento estatal que requieren en momentos de crisis.
La ciudadanía suple la ausencia del estado
Frente a la falta de apoyo nacional, la solidaridad ciudadana y la gestión local se han convertido en el único respaldo para los damnificados. Campañas de donación, jornadas de recolección de víveres y actividades de apoyo han sido organizadas por la comunidad, lideradas por el alcalde Federico Gutiérrez, quien ha solicitado públicamente el acompañamiento del gobierno nacional sin obtener respuesta. “Estamos solos, pero no vamos a dejar de ayudar a nuestra gente”, afirmó el mandatario local.
La situación ha generado un debate sobre la equidad en la atención de las emergencias y la capacidad de respuesta del gobierno central. Para muchos críticos, la actitud del presidente Petro frente a esta tragedia refleja no solo una falta de empatía, sino también una desconexión con las necesidades reales de las regiones. La inacción del Ejecutivo ha profundizado las divisiones y ha reforzado la percepción de abandono hacia Antioquia, aun en medio de una crisis humanitaria.
Mientras las familias afectadas siguen esperando una respuesta nacional, la emergencia continúa gestionándose con los limitados recursos locales y el esfuerzo colectivo de la ciudadanía. La falta de apoyo estatal no solo ha complicado la atención de la emergencia, sino que también ha puesto en evidencia las brechas en la relación entre el gobierno nacional y las regiones.