La directiva del club confirmó a través de sus redes sociales que la institución ha sido vendida y que el nombre del nuevo propietario será revelado en los próximos días. Este comunicado llega en el punto más álgido de una crisis institucional y financiera que comprometió seriamente el futuro deportivo del equipo.
La noticia de la venta, que promete un nuevo rumbo para el ‘Grande Matecaña’, se da en un contexto de extrema tensión. En las últimas semanas, la situación del Pereira se tornó insostenible después de que los futbolistas del equipo profesional decidieran irse a paro.
La drástica medida de los jugadores fue una respuesta directa a la falta de pago de varios meses de salario y de las obligaciones correspondientes a la seguridad social. Esta situación puso en evidencia la precaria gestión administrativa reciente y generó una profunda preocupación entre los seguidores y la opinión pública deportiva sobre la viabilidad del club.
El paro de los futbolistas no solo afectó el calendario de entrenamientos y partidos, sino que también expuso públicamente la delicada salud financiera de la institución, acelerando la necesidad de encontrar una solución estructural.
Aunque los detalles sobre el monto de la transacción y la identidad del comprador se mantienen en reserva, el anuncio genera una oleada de esperanza en la capital de Risaralda. La afición, que ha sido testigo de la reciente inestabilidad, espera que la llegada de un nuevo dueño signifique una inyección de capital que permita: Ponerse al día con todas las obligaciones laborales pendientes con la plantilla actual, garantizar la estabilidad financiera a largo plazo y restaurar la confianza del camerino y la credibilidad del club ante la Dimayor.
La directiva ha prometido transparencia y se espera que el anuncio oficial del nuevo propietario se realice en una rueda de prensa en los próximos días, marcando el inicio de una nueva era para el Deportivo Pereira. Por ahora, el fútbol en la ‘Perla del Otún’ aguarda expectante el desenlace de esta novela, con la urgencia de solucionar la crisis laboral para que el equipo pueda volver a competir.
