En un movimiento clave para las elecciones presidenciales de 2026, el Centro Democrático ha dado a conocer los nombres de los cinco precandidatos que competirán internamente para convertirse en el candidato único del partido. La noticia llega menos de 24 horas después de una reunión crucial liderada por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, en la que se les pidió que oficializaran las candidaturas, respondiendo rápidamente María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín, Andrés Guerra y Miguel Uribe. Este grupo, denominado el “Equipo Colombia”, representa un abanico de figuras influyentes del uribismo que ahora se embarcan en la misión de llevar el estandarte del partido en las próximas elecciones presidenciales.
La relevancia de la decisión
El anuncio del “Equipo Colombia” no solo marca el inicio de la competencia interna dentro del Centro Democrático, sino que también establece el tono para la campaña política que se desarrollará en los próximos meses. Con un ambiente político marcado por la polarización y una creciente insatisfacción con el gobierno actual, el partido uribista apuesta por un grupo diverso de precandidatos que, a pesar de sus diferencias en estilo y enfoque, comparten una misma misión: devolver al uribismo al poder.
El expresidente Uribe, quien sigue siendo una figura central y de referencia dentro del partido, ha dejado en claro que este proceso será conducido de manera democrática y abierta. A través de una metodología interna que involucra a las bases del partido y sus simpatizantes, los precandidatos tendrán que ganar el respaldo de las bases antes de convertirse en el abanderado definitivo del Centro Democrático.
Conociendo a los precandidatos
1. María Fernanda Cabal: La fuerza conservadora del uribismo
María Fernanda Cabal es quizás la figura más polémica y visible de este grupo. Conocida por su retórica combativa, la senadora ha construido una sólida base de seguidores dentro del ala más conservadora del partido. Cabal ha sido una de las más férreas opositoras al gobierno de Gustavo Petro y una defensora a ultranza del modelo de libre mercado y la seguridad democrática, pilares fundamentales del uribismo.
Cabal ha destacado su compromiso con la defensa de la propiedad privada, el sector empresarial y las fuerzas armadas, y ha sido una crítica implacable de las políticas progresistas de la izquierda. Para sus seguidores, representa la continuidad de las políticas que Uribe implementó durante sus dos mandatos, y es vista como una líder capaz de reactivar la confianza de los votantes de derecha. Sin embargo, su estilo confrontacional podría representar un reto para atraer a electores moderados.
2. Paloma Valencia: El puente entre la tradición y la innovación
Paloma Valencia es otra de las figuras clave del Centro Democrático. Con una trayectoria política marcada por su elocuencia y su capacidad para conectarse con distintos sectores sociales, Valencia se ha posicionado como una de las líderes intelectuales del uribismo. Su discurso mezcla el respeto por la tradición política del partido con propuestas de innovación en áreas como la educación, el desarrollo rural y la tecnología.
A diferencia de Cabal, Valencia ha buscado un enfoque más conciliador en algunos temas, tratando de proyectar una imagen de apertura y diálogo. No obstante, sigue siendo firme en su postura frente a la seguridad, uno de los temas que históricamente ha sido el fuerte del Centro Democrático. Para Valencia, la clave está en ofrecer soluciones concretas a los problemas de seguridad y desarrollo que afectan a Colombia, mientras se modernizan algunas áreas críticas del gobierno.
3. Paola Holguín: La seguridad como eje central
Paola Holguín es, sin duda, una de las voces más respetadas en temas de seguridad dentro del Centro Democrático. Holguín ha dedicado gran parte de su carrera legislativa a promover iniciativas relacionadas con la defensa, la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo. Su cercanía con las fuerzas armadas y su alineación con los principios de la seguridad democrática del uribismo le han ganado una sólida base de apoyo dentro del partido.
Holguín también ha sido una figura clave en el Senado, donde ha liderado iniciativas para fortalecer la justicia, los derechos humanos y el combate al crimen organizado. Su candidatura se enfoca en la necesidad de fortalecer las instituciones del Estado para garantizar la paz y el orden, dos aspectos que considera están en peligro bajo el actual gobierno.
4. Andrés Guerra: La conexión con las regiones
Andrés Guerra, exdiputado de Antioquia y excandidato a la gobernación del mismo departamento, es una figura con fuerte arraigo en las bases rurales del uribismo. Guerra ha dedicado gran parte de su carrera política a trabajar en los temas territoriales, construyendo una conexión sólida con las comunidades campesinas y rurales.
Guerra se presenta como el candidato que entiende los problemas locales y que puede ofrecer soluciones prácticas desde una perspectiva regional. A diferencia de otros precandidatos más enfocados en la política nacional, Guerra ha centrado su discurso en la importancia de empoderar a las regiones y descentralizar el poder, buscando una mayor equidad entre el campo y la ciudad.
5. Miguel Uribe: La renovación del uribismo
Miguel Uribe Turbay, el más joven de los precandidatos, es también quien representa la apuesta más clara por la renovación del partido. Con una carrera política que incluye su paso como Secretario de Gobierno de Bogotá y actualmente como senador, Uribe ha sido una figura clave en la modernización del discurso uribista. Su enfoque se ha centrado en temas de gestión pública eficiente, desarrollo urbano, modernización tecnológica y lucha contra la corrupción.
Uribe Turbay es percibido como el representante de una nueva generación de líderes dentro del Centro Democrático, y su candidatura refleja el deseo de atraer a un electorado más joven y urbano. Su experiencia en la administración pública le ha dado un perfil técnico que complementa el discurso más político de sus competidores.
El camino hacia la candidatura única
El proceso de selección del candidato único del Centro Democrático será un ejercicio crucial para definir el futuro del partido. A medida que los precandidatos inician sus campañas internas, el partido se enfrenta al reto de unificar las diversas corrientes que representan estos cinco líderes. La metodología democrática, que se espera sea transparente y participativa, permitirá que las bases del partido jueguen un papel central en la decisión.
La importancia de esta elección no puede subestimarse. En un contexto político donde el gobierno de Gustavo Petro enfrenta críticas crecientes por su gestión económica y de seguridad, el candidato que logre ganarse el apoyo del uribismo tendrá una oportunidad significativa de capitalizar el descontento de sectores amplios de la población.
Con el anuncio del “Equipo Colombia”, el Centro Democrático se prepara para una contienda electoral crucial que definirá no solo el futuro del partido, sino también el rumbo político del país en los próximos años.