El abogado César Julio Valencia Copete fue designado como el nuevo ministro de Justicia por el presidente Gustavo Petro, en reemplazo de Eduardo Montealegre. Con este nombramiento, Valencia se convierte en el cuarto titular de la cartera durante la administración Petro.
Sobre el nuevo ministro se sabe que es abogado de la Universidad Externado de Colombia y especialista en derecho comercial. En su larga carrera, que incluye más de 36 años de experiencia, se ha desempeñado como juez municipal, juez civil del Circuito de Bogotá, y magistrado del Tribunal Superior de Bogotá en la Sala Civil.
Además, fue procurador delegado para la Contratación Estatal, y magistrado de la Sala de Casación Civil y Agraria de la Corte Suprema de Justicia, de la cual fue presidente entre 2007 y 2008.
Valencia se ha destacado también en el ámbito académico como profesor en la Universidad Externado de Colombia y fue reconocido con la Cruz de Boyacá en grado de caballero por su compromiso con la justicia y la independencia judicial.
Por otra parte, el nuevo ministro ha trabajado en casos judiciales de alto perfil, donde se pueden incluir las denuncias de las interceptaciones ilegales realizadas por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), en el que además se aseguró que la conducta venía de órdenes del más alto nivel del poder ejecutivo.
Además, tuvo enfrentamientos con figuras políticas de gran relevancia durante su paso por la Corte Suprema de Justicia, Valencia asume el ministerio en un momento complejo, pues ya se había dicho en el pasado que quien ocupe este puesto debía encargarse de la Ley de Sometimiento de grupos criminales, entre otras.
Algunos expertos indican que con este nombramiento, el Gobierno busca continuidad en la gestión del ministerio, así como en los proyectos planeados, con una persona que es muy reconocida en el ámbito jurídico.
La llegada de Valencia, como se dijo al inicio, se dio luego de que a finales de octubre de 2025, el entonces ministro de Justicia y del Derecho, Eduardo Montealegre presentara su renuncia irrevocable al cargo desde París, dirigida al presidente Gustavo Petro.
Por medio de una carta, Montealegre explicó que su decisión respondía a una profunda indignación por la absolución del expresidente Álvaro Uribe Vélez por parte del Tribunal de Bogotá, calificada por él como un “prevaricato”.
En este sentido, Montealegre calificó a Uribe como “criminal de guerra” y “corrupto”, y anunció su intención de recurrir a tribunales internacionales para impedir que los actos que atribuye al expresidente queden impunes, razón por la que apuntó debía alejarse de su puesto.
