A través de una carta dirigida al presidente de Colombia, Gustavo Petro, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, certificó el resultado de la votación que rechazó la consulta popular propuesta por el Gobierno el pasado 14 de mayo.
Esta comunicación ha generado una serie de reacciones y confrontaciones, especialmente después de las declaraciones del ministro del Interior, Armando Benedetti, quien cuestionó la validez del proceso legislativo.
Benedetti presentó una tesis en la que argumentó que el Senado nunca se pronunció formalmente sobre la solicitud del Gobierno para llevar a cabo la consulta popular. En respuesta, Cepeda se limitó a certificar los resultados de la votación, mientras que Benedetti utilizó su cuenta de X para expresar su descontento.
En su mensaje, el Ministro del Interior acusó al Senado de haber cometido «graves irregularidades» durante la votación, como que el número de congresistas presentes superaba al de los votos emitidos, el cierre del registro de votantes sin explicación y el cambio de votos, entre otros. Además, Benedetti subrayó que el secretario del Senado reconoció que no existía una proposición para votar, lo que, según su opinión, invalidaba el proceso.
Por su parte, Diego González, secretario del Senado, salió al paso de las acusaciones de Benedetti, asegurando que no hubo ningún vicio de procedimiento. González aclaró que la solicitud de consulta popular no fue presentada como una proposición formal ante la plenaria del Senado, por lo que no se podía haber sometido a votación.
“El Senado no votó ninguna proposición, porque nunca la hubo. La solicitud no es una proposición y no fue presentada como tal, por parte del Gobierno o los senadores. Por lo tanto, no es posible que el secretario lea una proposición que no ha sido presentada”, explicó González.
La disputa subraya la creciente complicación de la iniciativa del Gobierno de convocar la consulta popular por decreto. Benedetti ha defendido su postura de que la mesa directiva del Senado no leyó la solicitud antes de la votación, lo que, según él, constituye un error procedimental grave.
Sin embargo, Efraín Cepeda, presidente del Senado, ha mantenido su postura de que el proceso legislativo se ajustó a la normativa vigente y que no existieron irregularidades en el manejo del asunto.
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