El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó su informe anual sobre terrorismo, destacando que el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC y la Segunda Marquetalia continúan siendo las mayores amenazas terroristas en Colombia y el hemisferio occidental.
Según el informe, estos grupos armados ilegales siguen ejecutando actos de violencia tanto en Colombia como en Venezuela.
De acuerdo con la información entre sus actividades más graves se mencionan atentados con explosivos, secuestros, ataques contra infraestructuras críticas, así como agresiones contra civiles, miembros desmovilizados de las FARC-EP y fuerzas de seguridad.
Estas acciones subrayan la persistencia de un conflicto interno que se mezcla con dinámicas transfronterizas, especialmente en áreas con débil presencia estatal.
El reporte también proporciona una radiografía de las capacidades de estos grupos: el ELN cuenta con aproximadamente 5.000 integrantes, mientras que las disidencias de las FARC-EP oscilan entre 2.700 y 3.000 miembros. Por su parte, la Segunda Marquetalia, liderada por excomandantes que retomaron las armas tras la firma del acuerdo de paz, supera los 1.600 integrantes.
A pesar de los esfuerzos por combatir el terrorismo en la región, el informe señala factores como la corrupción, la limitada cooperación interinstitucional y la insuficiencia de recursos como obstáculos persistentes para mejorar la seguridad.
Otro elemento destacado es la preocupación por la presencia de Hezbolá en América Latina. Según el informe, seguidores de este grupo terrorista, respaldado por Irán, han sido identificados en países como Brasil, Chile, Colombia y Panamá, donde realizan actividades financieras ilícitas para financiar su agenda global.
Estados Unidos calificó a Irán como el principal patrocinador estatal del terrorismo en 2023, subrayando su papel en el fortalecimiento de redes como la de Hezbolá.