Las declaraciones del subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, configuraron un nuevo episodio en el deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y Colombia.
El funcionario aseguró que existe una preocupación marcada en EE.UU. por el avance del narcotráfico en el país y reiteró que las decisiones adoptadas recientemente por el gobierno del presidente norteamericano Donald Trump se mantendrán sin modificaciones.
El pronunciamiento se produjo luego de que la administración estadounidense descertificara a Colombia en materia de lucha antidrogas y de que se incluyera al presidente Gustavo Petro, su esposa Verónica Alcocer y su hijo Nicolás Petro en la denominada Lista Clinton.
Estas medidas consolidaron una postura más estricta frente al mandatario colombiano, a quien la Casa Blanca ha señalado en varias oportunidades dentro del marco de su estrategia antidrogas.
Miller, en medio de una rueda de prensa con medios locales, indicando que el narcotráfico en Colombia representa un problema de gran magnitud para Estados Unidos y que el presidente Trump ha sido directo en sus opiniones sobre la situación. Indicó que el fenómeno, calificado por la administración como narco-terrorismo, requiere atención inmediata y que la política norteamericana continuará enfocada en hacer frente a estas estructuras criminales.
“Existe un problema muy serio con el narcotráfico en Colombia. El presidente Trump ha sido muy claro sobre sus opiniones respecto al mandatario colombiano, y Estados Unidos considera que el narco-terrorismo que se vive en Colombia es un asunto de extrema gravedad que requiere atención urgente”, afirmó Miller.
El funcionario, quien coordina asuntos migratorios y de seguridad en la Casa Blanca y ha tenido participación en operaciones internacionales contra organizaciones armadas, precisó que su país mantendrá la misma línea utilizada contra grupos como Al Qaeda y el Estado Islámico para enfrentar a los carteles que operan en la región. Mencionó que, según la visión del gobierno estadounidense, estas estructuras buscan influir en procesos políticos y controlar territorios mediante la violencia.
La experiencia previa de Miller como asesor senior, ha tenido un papel central en la dirección de operaciones militares contra el narcotráfico en el Caribe, lo que reforzaría el peso de sus declaraciones sobre el contexto nacional.
Las declaraciones se conocen en medio de las discrepancias entre los gobiernos de ambos países frente a los métodos empleados para combatir el narcotráfico, incluido el uso de operaciones militares en el Caribe contra embarcaciones sospechosas de transportar droga. El gobierno colombiano ha cuestionado algunas de estas acciones mientras persisten las tensiones diplomáticas.





