El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, le comunicó al presidente de Panamá, José Raúl Mulino, y al ministro de Relaciones Exteriores, Javier Martínez-Acha, que si el país centroamericano no realiza “cambios inmediatos” en la gestión del Canal de Panamá, Estados Unidos se verá obligado a tomar las medidas necesarias para proteger sus derechos bajo el Tratado de Neutralidad.
Rubio advirtió que el gobierno de Donald Trump considera que la creciente influencia y control de China en la zona del canal constituye una amenaza significativa para su funcionamiento, y, según él, esta situación vulnera el Tratado Relativo a la Neutralidad Permanente y Funcionamiento del Canal de Panamá.
“La posición de influencia y control del Partido Comunista Chino sobre el área del Canal de Panamá es una amenaza para el canal y representa una violación del tratado”, expresó Rubio, tal como lo detalló Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado.
En su encuentro con el presidente panameño, Rubio dejó claro que el statu quo actual no es aceptable y que, de no haber cambios inmediatos, Estados Unidos se vería en la necesidad de actuar para proteger sus derechos.
Por su parte, el presidente Mulino respondió asegurando que la soberanía de Panamá sobre el canal no está en discusión. En una rueda de prensa posterior a la reunión, Mulino reafirmó que “no cabe duda de que el canal es operado por nuestro país y así seguirá siendo”.