Tras la entrada en vigor de la Ley 2232, que prohíbe gradualmente los plásticos de un solo uso en Colombia, el sector presentó EcoByc, un aditivo que permite que los plásticos convencionales se biodegraden en 1 a 3 años sin perder calidad ni resistencia.
La industria del plástico en Colombia enfrenta uno de sus mayores retos: adaptarse a la Ley 2232, que busca eliminar los plásticos de un solo uso. En respuesta, empresas del sector, en alianza con expertos en polímeros, desarrollaron EcoByc, un aditivo biodegradable que transforma los plásticos tradicionales en materiales sostenibles, reduciendo su ciclo de vida a un máximo de tres años sin comprometer su funcionalidad.
La Ley 2232, vigente desde 2022, establece un cronograma para la eliminación progresiva de productos plásticos de un solo uso, como bolsas, cubiertos y envases. Esta normativa, que responde a la urgencia ambiental por reducir la contaminación, obligó a la industria a buscar soluciones innovadoras para mantenerse competitiva.
EcoByc surge como la respuesta tecnológica más prometedora. El aditivo, diseñado para integrarse en procesos industriales como extrusión e inyección, acelera la biodegradación de polímeros convencionales en condiciones naturales, pasando de más de 400 años a apenas 12 a 36 meses. Según sus desarrolladores, el material conserva las propiedades mecánicas y la resistencia necesarias para cumplir con los estándares de calidad exigidos por el mercado.
El proyecto fue impulsado por un consorcio de empresas plásticas nacionales en colaboración con investigadores en química de materiales. “No se trata solo de cumplir la ley, sino de transformar un problema ambiental en una oportunidad de innovación”, afirmó uno de los voceros del sector. Además, EcoByc abre la puerta a exportaciones hacia mercados que exigen productos sostenibles, como la Unión Europea y Norteamérica.
El tema será uno de los ejes de las conferencias del sector plástico que se realizarán en el hotel Dann Carlton el 26 de noviembre en Bogotá y el 28 de noviembre en Medellín, donde se discutirán también las nuevas normativas de biodegradación, economía circular y estrategias de crecimiento sostenible.
Organizaciones ambientales han recibido la noticia con cautela, señalando que, aunque la biodegradación acelerada es un avance, el verdadero desafío sigue siendo reducir el consumo masivo de plásticos. Por su parte, el Ministerio de Ambiente destacó la iniciativa como un ejemplo de adaptación empresarial ante la transición hacia una economía circular.
Con EcoByc, la industria plástica colombiana busca no solo sobrevivir, sino liderar la transformación hacia materiales más responsables con el planeta. El reto ahora será garantizar su adopción masiva y demostrar que la innovación puede ir de la mano con la sostenibilidad.





