El proceso de paz entre el Gobierno Nacional y la Segunda Marquetalia (SM) enfrenta una nueva crisis tras conocerse una carta atribuida a Iván Márquez, líder de esta disidencia de las FARC, en la que desautoriza los diálogos sostenidos por Walter Mendoza con delegados estatales en Puerto Asís, Putumayo.
Este hecho evidencia fracturas internas en la organización y siembra dudas sobre la viabilidad de las negociaciones bajo la política de Paz Total promovida por el presidente Gustavo Petro.
La misiva, fechada el 12 de noviembre, expresa el rechazo de Márquez hacia las reuniones realizadas entre el Gobierno y las estructuras de Comandos de Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico. Según el documento, dichas reuniones no contaron con la aprobación de la dirección central de la Segunda Marquetalia.
“Las decisiones que allí se tomen no comprometen a nuestra organización”, afirmó Márquez en el comunicado, destacando que la falta de consulta interna ha generado “confusión y desencuentros” que afectan el desarrollo de un proceso de paz que calificó de “ordenado, ágil, riguroso y respetuoso”.
El líder subversivo también responsabilizó al Gobierno Nacional por la situación, señalando un manejo inadecuado de los compromisos asumidos en el primer ciclo de negociaciones realizado en Caracas en febrero de este año. Según la carta, el Estado no habría considerado las particularidades organizativas de la SM ni respetado sus mecanismos internos de consulta.
Respuesta desde las bases: compromiso con el cese al fuego
Los Comandos de Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, que participaron en los diálogos con el Gobierno, emitieron otra carta en la que solicitaron verificar la autenticidad de la misiva de Márquez. Los representantes de estas estructuras reafirmaron su compromiso con el proceso de paz, insistiendo en que las decisiones fueron tomadas de manera unánime por sus líderes.
“Reiteramos nuestro compromiso de no atacar a la Fuerza Pública, de respetar los derechos humanos y de proteger a la población civil”, declararon, destacando su voluntad de mantener el cese al fuego y avanzar en las negociaciones.
La situación ha reavivado las especulaciones sobre el estado de salud de Iván Márquez, cuya muerte fue rumorada a finales de octubre durante una intervención quirúrgica en Venezuela.
¿División en la Segunda Marquetalia?
El proceso de paz entre el Gobierno Nacional y la Segunda Marquetalia (SM), una de las principales disidencias de las extintas FARC, parece tambalear tras la reciente publicación de dos cartas que revelan fracturas internas en el grupo armado.
La primera, atribuida a Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, líder de la SM, desautoriza los diálogos de paz sostenidos por Walter Mendoza con el Gobierno el pasado 16 de noviembre.
La segunda, emitida por los Comandos de Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, pone en duda la autenticidad de la misiva de Márquez y reafirma su compromiso con el cese al fuego y el diálogo.
La carta de Iván Márquez: una desautorización que complica el panorama
En la carta, fechada el 12 de noviembre y atribuida a Márquez, el líder insurgente asegura que las reuniones sostenidas en Puerto Asís no fueron consultadas con la dirección de la Segunda Marquetalia.
“Las decisiones que allí se tomen no comprometen a esta organización”, señala el documento, añadiendo que los encuentros se dieron por iniciativa de las estructuras Comandos de Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, quienes habrían actuado sin consenso interno.
Quien también se refirió a la supuesta carta de alias Iván Márquez fue el comisionado de paz, Otty Patiño en una entrevista: “La carta genera incertidumbre porque aún no se sabe su autenticidad”.
Patiño también dijo, aunque la evidencia lo refuta, que Márquez “nunca ha estado sentado en la mesa de negociación”, pues “quien ha estado sentado como jefe de la delegación de la Segunda Marquetalia es el señor Walter Mendoza (…) nosotros, sin ser materialistas dialécticos, tampoco somos espiritistas”.
