La intervención del presidente que se realizó en el Puente de Boyacá, donde se selló la independencia de Colombia, se centró en hacer una remembranza de lo que ocurrió en ese sitio en 1819, dedicando la mayor parte de su discurso a referirse a la Fuerza Pública y destacar las mejoras que en su Gobierno ha realizado en pro de los uniformados.
Se esperaba que el mandatario realizara un balance de lo que han sido sus dos años de Gobierno y que se realizara alguna referencia a la crítica situación que se vive en Venezuela.
Solo refiriéndose al Ejército, afirmó que este no debe responder a facciones políticas o ideológicas y que esto debería «repetirlo el país vecino», solo esta pequeña frase se tomó como mención a la situación de Venezuela.
Pero la intervención fue más poética que realista, se dedicó a ilustrar como ha cambiado en su Gobierno las Fuerzas Militares, la participación de la mujer que ha aumentado la presencia en las filas tanto de Policía como de las Fuerzas Armadas.
Esta fueron las frases más destacadas del presidente:
«La libertad no es ir a comprar a un supermercado, es existir libre en toda dimensión del ser humano».
«Ya no se puede hablar de un Ejército monárquico, aunque hay peligros que se ciernen por fuera. Un Ejército que piensa en la seguridad nacional».
Afirmó, que se ha mejorado la situación de los soldados, aumentando las raciones de comida, tratando a los uniformados «como seres humanos (…) para que desarrollen el cerebro y el cuerpo, comer es el sinónimo de la vida».
«Primero, el ser humano, porque el fusil no es más que una máquina de hierro que queda derrumbada por la historia si los hombres que la utilizan no portan en su corazón y cerebros los conceptos de la dignidad, libertad y República».
Gustavo Petro sigue evadiendo el hacer un pronunciamiento de fondo sobre la situación del vecino país que afecta directamente al pueblo de Colombia.